Al grito de "Negociación, no imposición", más de 200 funcionarios judiciales salieron ayer a la calle para protestar en contra de la implantación de la nueva oficina judicial (NOJ) en Asturias. Lo hicieron arrastrando carros de la compra, llenos de expedientes, desde las oficinas de la calle Comandante Caballero de Oviedo hasta la sede de la dirección general de Justicia, en el edificio Calatrava, para poner de relieve, según aseguraron, "lo fácil que será ahora perder los papeles" con el nuevo modelo organizativo. Para evitarlo, los sindicatos exigen la introducción del expediente digital en los juzgados de toda la región, aunque son conscientes de que esa reclamación tendrá que esperar.

"Eso tardará años en llegar. Estamos menos modernizados que el Ejército", denunció ayer una funcionaria en plena manifestación. Prueba de ello, añadió, es que todavía "hay trabajadores que no usan el ordenador, y el escáner lo empezamos a utilizar el año pasado". Pero ya hay quien reniega de él. Según cuentan, "se satura después de realizar diez copias". Y sin digitalización, el funcionamiento de la nueva oficina judicial será un "caos", como así ha sucedido en otras comunidades autónomas. "Quieren poner del revés lo que estaba bien. Asturias tiene los mejores tiempos de respuesta judicial del país y este cambio puede afectar a la eficacia de nuestros servicios", advirtió Tini Navas en nombre de la plataforma sindical. "Nos perjudica a nosotros y también a los ciudadanos", agregó.

La nueva oficina judicial, que plantea la desaparición de los juzgados tradicionales y la creación en su lugar de unos servicios comunes, llega a Asturias con un retraso de casi doce años. Y, según los funcionarios, llega sin negociación. Por eso, los sindicatos pidieron ayer al director general de Justicia, José Luis Villaverde, la convocatoria urgente de una mesa sectorial. "Mientras que no la haya, seguiremos manifestándonos; necesitamos un acuerdo de mínimos para garantizar que con el cambio no perdemos", anunció Tini Navas.

La presencia de Villaverde en el Calatrava avivó aún más las críticas. Ninguno de los presentes se mordió la lengua y lanzó frases cargadas de protesta. "No se han estimado ninguna de las propuestas que hizo el sindicato ni se han escuchado a los trabajadores, sólo a los secretarios, que son los que firman los documentos que hacemos los demás", espetó uno de los manifestantes. Pero hubo intervenciones aún más punzantes que ésta. Una mujer le llegó a sugerir al director general de Justicia que tomase nota de todo, porque "a lo mejor luego no lo recordaba bien". A lo que Villaverde le contestó: "No dude de mi memoria, que de todos estos problemas ya me habían hablado".

La plataforma sindical siguió hurgando en la herida y pidió a Villaverde que diera una fecha para celebrar la mesa de negociación que solicitan. Sin embargo, el representante político hizo caso omiso a la pregunta y se limitó a informar sobre las reuniones que estos días mantiene con un grupo de trabajo, integrado por representantes de la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), secretarios judiciales, sindicatos y la Administración del Principado de Asturias. "Dar marcha atrás ya no se puede; la nueva oficina judicial va a instaurarse en la región, pero al menos lo que pedimos es que se nos escuche", concluyeron Tina Navas y Juanjo Azcano, del sector sindical.