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Los usuarios denuncian el caos del tren, con tres tarifas diferentes

La fusión entre Renfe y Feve no se nota en nada después de dos años y ha generado "ineficiencias brutales"

Los usuarios denuncian el caos del tren, con tres tarifas diferentes

El servicio de cercanías ferroviarias de la región, que ha perdido casi cuatro de cada diez viajeros en el último lustro, tiene hoy tres sistemas tarifarios diferentes, pese a que ya han transcurrido dos años desde la integración de Feve en Renfe y más de una década desde la entrada en servicio del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA). En las estaciones de Renfe sólo se venden billetes sencillos para las líneas de ancho ibérico y en las taquillas de la antigua Feve únicamente se despachan tiques para los tendidos de ancho métrico. Esta situación hace que, por ejemplo, y pese a que ambas operadoras ya son jurídicamente una misma empresa, para ir desde la estación ovetense de Llamaquique (Renfe) hasta la de Parque Principado (Feve) no sólo hay que cambiar de tren en La Corredoria, sino que también se necesitan dos billetes, algo que, además, encarece el precio del viaje.

Con todo, a juicio de los pasajeros, el caso más palmario de esta descoordinación se da con los bonos de diez viajes. En la actualidad, coexisten el de Feve, el de Renfe y el del CTA, dando origen a una situación que el portavoz del colectivo de usuarios "Asturias al tren", Carlos García Alcalde, no duda en calificar de "caos". La asociación reclama la urgente desaparición de los pases particulares de las operadoras, para que quede únicamente en servicio el del CTA, y también exige que se elimine el plazo de caducidad de un mes para los bonos de diez trayectos en el caso de Renfe y del Consorcio. Para reforzar tales peticiones, entre otras iniciativas, "Asturias al tren" tiene en marcha una campaña de recogida de firmas de apoyo en internet.

Contra lo que sucede en el tren, tanto Alsa como el resto de empresas dedicadas al transporte de viajeros por carretera usan de forma exclusiva los abonos del CTA desde que se integraron en él. A partir de ahí sólo emiten billetes ordinarios. "Los únicos operadores de transporte público que no están integrados en el CTA son Renfe-Cercanías y la antigua Feve", lamenta García Alcalde, que reclama al Ministerio de Fomento "mejoras" en una infraestructura "de la época de Franco" y en una gestión que, a su juicio, "está provocando que la gente abandone los trenes de forma masiva".

Respecto a la política de bonos, García Alcalde asegura que aunque Renfe y Feve permiten utilizar los del Consorcio, el hecho de que sigan funcionando los particulares de ambas operadoras "está generando una ineficacia brutal en la gestión y una nula atracción de mercado hacia el ferrocarril". Al igual que sucede con los billetes sencillos, los bonos de Renfe y de Feve no permiten el transbordo entre ambas líneas de cercanías ni a otros modos de transporte, algo que, por contra, sí que es posible con los bonos que comercializa el Consorcio de Transporte.

Asumiendo las tesis que defiende "Asturias al tren", Gaspar Llamazares, diputado nacional y candidato de IU a la Presidencia del Principado en mayo, ha presentado una proposición no de ley en el Congreso para reclamar la unificación tarifaria en las cercanías de la región. Además, también pide la erradicación del transbordo de El Berrón, con el objetivo de establecer un servicio semidirecto Gijón-Pola de Siero, así como la duplicación de la vía de Feve de Noreña a Gijón.

Asturias duplica la media española de kilómetros de vías de ferrocarril por cada diez mil habitantes y, sin embargo, su área metropolitana es la única del país en la que el uso del autobús supera al del tren. Los expertos sostienen que las cercanías de la región estarían en disposición de sumar cuatro millones de nuevos viajeros con una inversión de 1.500 millones de euros en la mejora de la red, así como con más trenes semidirectos entre las principales estaciones y un mayor número de frecuencias. En el caso de Renfe, que ha perdido el 30% de sus usuarios en el Principado, las perspectivas de mejoría dependen en muy buena medida de que recupere la centralidad perdida en Gijón tras el traslado de la terminal desde la plaza del Humedal a la calle Sanz Crespo.

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