Las carreteras asturianas encabezan el ranking de las vías más peligrosas de España, según la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En su último informe repite por segundo año consecutivo el kilómetro 57 de la N-632, que une Villaviciosa con Gijón, a la altura del pueblo de Arroes como el tramo de mayor riesgo del país. Los vecinos de esta localidad maliayesa piden desde hace años una reparación integral de la vía, que registró el pasado mes de agosto su último accidente mortal. Los integrantes de la asociación "Javier de Arroes" aseguran que haber reasfaltado el pavimento no es suficiente, máxime cuando se trata de una de las vías más transitadas del municipio.

En la lista de Automovilistas Europeos Asociados, que recoge 125 puntos negros en España, también figuran las carreteras de Pajares (N-630) y de Santander (N-634) a la altura de Parres. Esta última sufrió precisamente el mes pasado un importante argayo que sepultó un tramo de la calzada entre Arobes y Soto de Dueñas. Asimismo, la región aparece en el informe de las autopistas con peaje más peligrosas del país con la del Huerna (AP-66). El tramo de mayor siniestralidad de esta vía se localiza en el kilómetro 71, a la altura de la localidad de Campomanes.

Con respecto a los accidentes de tráfico, el estudio señala que durante el año 2013 se contabilizaron en España un total de 126.400 víctimas, lo que supone un aumento del 7,3 por ciento respecto al año anterior, en el que se registraron 117.793. Según AEA, estos datos ponen de manifiesto que la reducción presupuestaria destinada al mantenimiento de las carreteras del país "está afectando negativamente a la seguridad vial". Las inversiones siguen en caída libre. En el año 2012 se dedicaron 781.757 euros a conservación de vías, frente a los 1,3 millones que se invirtieron en 2009.