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Asturias paga 2,7 millones al año a las aerolíneas y sólo suma tres nuevas rutas

Alicante y Venecia son las únicas novedades previstas para 2015 - Cantabria abona 4 millones a Ryanair por 16 líneas, 8 de ellas al extranjero

Los pilotos de un avión de la ruta entre Asturias y Madrid. J. A. O.

Asturias pagará este año cerca de 2,7 millones de euros por cuatro convenios con aerolíneas que apenas han incrementado la cartelera de vuelos en Santiago del Monte y que no evitan que la región vaya a seguir con la programación internacional más reducida de toda la franja cantábrica. Además, esta inversión tampoco ha generado enlaces con un gran centro europeo de distribución de vuelos (un "hub"), objetivo principal del plan de marketing de la terminal, aprobado el pasado año, que también fue señalado como gran prioridad por el Ejecutivo autonómico durante buena parte de la legislatura. Como novedades, los cuatro convenios se traducen únicamente en una línea de verano a Alicante y la previsión de un enlace estival a Italia para finales de año y de otro a Alemania en 2017.

Más en concreto, los convenios por los que el Principado, la patronal y los principales ayuntamientos de la región abonan esos 2,7 millones anuales permiten mantener el enlace de Londres, aunque solo con frecuencias diarias tres meses al año; abaratar los vuelos a Madrid para los empresarios que dispongan de la tarjeta de fidelización de Iberia; rebajas en desplazamientos de fin de semana a la capital bajo ciertas condiciones; tres vuelos estivales a destinos nacionales de playa, dos de los cuales ya estaban cubiertos previamente; la apertura de una conexión con Venecia limitada este año a dos enlaces, y el compromiso de que en 2017 se estrenará una línea a Alemania, previsiblemente a Munich.

Cantabria, por poner el ejemplo más cercano, abona unos cuatro millones anuales a Ryanair, que, a cambio, mantiene 16 rutas, ocho de ellas internacionales, en la terminal santanderina de Parayas, donde Volotea ya opera el enlace a Venecia que el Gobierno regional va a subvencionar en Asturias. Santiago de Compostela, el segundo aeropuerto del Norte tras el de Bilbao, también paga por buena parte de los 31 destinos que tendrá en la campaña estival que se inició ayer y en la Asturias cuenta con 18 rutas, de las que cuatro son al extranjero. La Xunta ha destinado más de siete millones de euros para la actividad de Ryanair en la terminal compostelana.

Tras haberse mostrado reacio a las subvenciones aéreas, el Gobierno regional tiene firmados dos convenios con aerolíneas y acaba de sacar a concurso un tercero. El más antiguo de estos acuerdos es el de Easyjet, una compañía que ha incumplido el compromiso de abrir conexiones con Alemania y con Italia, que ha cerrado en los últimos años sus líneas de Asturias a Madrid y a Lisboa, y que mantiene bajo mínimos el corredor con Ginebra, operativo únicamente en julio y agosto. La aerolínea británica de bajo coste cobra más de 400.000 euros anuales por el enlace a la terminal londinense de Stansted, una conexión que, pese a esa aportación autonómica, y a que los índices de ocupación de los aviones están cercanos al 90%, solo tiene frecuencias diarias en mayo, julio y agosto.

El acuerdo entre la Administración autonómica y Easyjet, que ya fue renovado en 2011, concluye el año que viene. Tras los últimos recortes, la compañía incrementará la frecuencia de vuelos con Londres en la próxima temporada de invierno. Pasará de tres a cuatro por semana.

El otro convenio en vigor de la Administración regional se lanzó el año pasado, con el objetivo de favorecer la presencia de más de un operador en el corredor con Madrid. Sin embargo, el tiro salió por la culata. El pliego de condiciones parecía un traje hecho a medida de Air Europa, para que la aerolínea que preside Juan José Hidalgo continuara compitiendo con Iberia en la línea a Barajas. Sin embargo, la antigua compañía española de bandera reaccionó y logró hacerse con el contrato, mediante una unión temporal de empresas (UTE) con El Corte Inglés, Alsa y Vueling. La jugada le salió redonda a Iberia. Logró un convenio de 6,2 millones para cuatro años y se quedó de nuevo sola en la ruta con Madrid, ya que Air Europa la abandonó pocos meses después de haber perdido el contrato.

El convenio con Iberia no obliga a abrir rutas ni a potenciar las ya operativas, puesto que se centra en actuaciones de promoción turística. Sin embargo, en el ámbito de ese acuerdo, la aerolínea ha puesto en marcha varias mejoras en la conexión con Madrid. Consisten en un incremento de 80.000 plazas anuales, concentradas en el primer vuelo de la mañana hacia Barajas y en el primero de vuelta de la tarde; la estabilización de horarios de los cinco enlaces diarios de las jornadas laborales; una tarifa empresarial de ida y vuelta de 299 euros, y miles de billetes de fin de semana a 69 y 74 euros, aunque bajo condiciones como la pernoctación del sábado en destino.

Pese al convenio con Iberia, los billetes convencionales para volar de Asturias a Madrid están entre los más caros de España.

Por su lado, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), las cámaras de comercio y los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés suscribieron a finales de 2014 un convenio con Volotea para el establecimiento de la primera base española de la compañía en la terminal de Santiago del Monte. Son 700.000 euros a pagar en dos años, a cambio de la apertura de conexiones estivales a Alicante, Menorca y Sevilla, las dos últimas operadas previamente por otras aerolíneas. Estas rutas se unen a las de Ibiza, Valencia y Palma de Mallorca que Volotea ya tenía abiertas.

Aunque Air Europa llegó a dar el acuerdo por cerrado, Volotea da por descartado volar desde Asturias a Madrid en código compartido con la compañía de Hidalgo. Lázaro Ros, director general de Volotea, manifestó hace unos días a LA NUEVA ESPAÑA que no se plantea cambiar su estrategia de conectar únicamente ciudades de pequeño y mediano tamaño, con una operativa estacional muy centrada en los vuelos de verano. "El sector de los negocios apenas lo tocamos", subrayó Ros, que la semana pasada estuvo en la región para entrevistar personalmente a los aspirantes a trabajar en su base.

Volotea es, precisamente, la gran favorita para hacerse con el contrato de promoción turística internacional a través de aerolíneas que la Administración autonómica sacó a concurso la semana pasada. Está dotado con 3,9 millones para cinco años.

El pliego de condiciones se ajusta como un guante a las características y a los planes que Volotea tiene para crecer en Asturias, siempre vinculados a contar con ese respaldo económico que el Gobierno regional le negó expresamente el pasado año, cuando la compañía anunció una conexión con Munich.

Entre las condiciones que pide el Principado para adjudicar el contrato está que la aerolínea cuente con una base en Santiago del Monte (Volotea la abrirá en mayo) y, además, también exige que los aviones tengan entre 95 y 140 asientos. Los de la compañía que dirige Ros son de 125 plazas.

La compañía que se haga con el contrato estará obligada a abrir en el segundo semestre de este año un vuelo a Bérgamo o a Venecia, terminal esta última en la que Volotea tiene su principal base de operaciones. La inauguración será testimonial, ya que la aerolínea no está obligada a fletar más de cuatro vuelos en este ejercicio. Para 2016 se plantean cuatro meses de actividad, a razón de dos vuelos por semana, mientras que en 2017, 2018 y 2019 habrá aviones cuatro meses y medio al año, también con frecuencia de dos a la semana.

La adjudicataria también deberá abrir, pero ya en el segundo trimestre de 2017, una segunda ruta internacional, en este caso a las terminales de Munich o de Fráncfort, en la que no está presente Volotea. El pliego exige que haya servicio cuatro meses y medio al año, con dos vuelos semanales hasta 2019, año al que se extiende la financiación del contrato. El Principado abonará 363.000 euros en 2015, pese a que solo exige dos vuelos a Italia. La partida de 2016 será de 484.000 euros, la de 2017 ascenderá a 907.000 euros y la de 2018 tendrá igual cuantía. La aportación de 2019 suma 1,3 millones.

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