"¿Y ésta quién es? La hija de las osas viejas?". El desconocimiento reina en los cercados de Proaza y Santo Adriano. Los cambios de los últimos años despistan a los visitantes que llegan atraídos por los osos. Una especie con tirón, tanto sea para ver a los animales en libertad -las actividades para observarlos por el monte se han disparado- como en cautividad, como es el caso de los valles del Trubia.

Aunque "tanto oso encerrado" sorprende a muchos visitantes, sobre todo, a los de fuera de Asturias, que tienen dificultades para identificar quién es quién, ya que no se han modificado las señales antiguas, de 2008, cuando se inició el plan de reproducción de "Paca" y "Tola" con "Furaco". Ningún cartel habla de "Molinera", cuya presencia en la zona no ha estado exenta de polémica.

La decisión de la Consejería de Agroganadería de trasladarla, tras fallar el intento de soltarla en libertad, generó críticas de algunos expertos, contrarios a mantener el "circo osero" de Proaza y Santo Adriano. Incluso llegaron a aparecer pintadas en el cercado, en las que se reclamaba la libertad de "Molinera". Cuando ésta fue soltada en el monte Fernanchín arreciaron las críticas y hubo dimisiones en el Consejo Asesor del Oso. Hasta ahí. El debut ahora de la osezna en sociedad a buen seguro que dará de nuevo que hablar.