La osa "Balbina", que fue hallada el martes con mal estado de salud por un vecino de Belmonte de Miranda, se refugió en una cabaña del pueblo de Balbona tras sufrir una infección en un codo, según sostienen los veterinarios que la atienden en Oviedo. La herida, apuntan los expertos, es antigua, "de varios meses", y ello le pudo provocar fiebre y posteriores daños en el riñón, fruto de la desnutrición y la deshidratación. El plantígrado, una hembra adulta de unos diez años de edad, continúa estable dentro de la gravedad. A consecuencia de su estado, el animal se encuentra sedado y está siendo alimentado por vía intravenosa. Los veterinarios aseguran que las próximas horas serán claves e insisten en que habrá que esperar a ver cómo se produce la evolución.

Por el momento, la situación es delicada. "Está extremadamente delgada y da mucha pena verla así. Pero debe ser fuerte y nosotros intentaremos hacer todo lo posible por salvarla", manifiestan los responsables de la clínica veterinaria ovetense, la misma que atendió en el pasado a "Villarina", "Lara" y "Molinera", otros tres ejemplares. La osa pesa ahora mismo 35 kilos, menos de la mitad de lo que debería si estuviese en condiciones normales. No obstante, "Balbina" ya no tiene fiebre y su temperatura corporal está normalizada. Ayer mismo, se le practicó una ecografía para comprobar que no sufría más daños al margen de la fractura en el codo. La clínica ha adquirido una jaula de fauna salvaje de 400 kilos de peso para meterla, una vez se recupere.

Según indica la veterinaria Coral Mateo, satisfecha con el tratamiento que está recibiendo "Balbina", cree que la osa (a la que los expertos ya tenían localizada por una mancha que posee en la cabeza) pudo haber sido envenenada antes de sufrir la herida. La especialista asegura que el animal está sedado, pero despierto, y que ha mejorado su aspecto.

"Balbina" fue encontrada malherida el martes por el belmontín Manuel Álvarez y su perro "Casillas". Según el relato que hizo este vecino a LA NUEVA ESPAÑA, la osa no llevaba más de quince días en su cabaña. El biólogo Javier Naves sostiene, por tanto, que el plantígrado llegó en un estado muy malo al poblado de Balbona, donde se refugió. "Intentó salir de la cabaña como demuestran las marcas que hay en la puerta, pero su gravedad le impidió romper los tablones o salir por la ventana", comenta. Tanto Naves como el presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, critican que el Principado no haya remitido ningún tipo de información sobre "Balbina" a los expertos.