La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cine resiste en Candás

El Teatro Prendes, que renovará su sistema de proyección para pasar al formato digital, logra la protección cultural tras superar varias crisis del sector

El exterior del Teatro Prendes. MÓNICA G. SALAS

Hace apenas tres décadas, casi en cada pueblo de Asturias había un cine. La inmensa mayoría cerraron en los ochenta del pasado siglo, en medio de una gran crisis. Pero una sala de Candás logró resistir, amparada por el Ayuntamiento. Treinta años más tarde mantiene la actividad. Se trataba del Teatro Prendes, que acaba de ser catalogado por el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural, en un momento en el que, además, se encuentra en plena transición al formato digital.

Por las butacas del Prendes han pasado, en el último medio siglo, todos los candasinos... o casi. Este emblemático cine se inauguró el día de Año Nuevo de 1956, con la proyección de la película "Cuando ruge la marabunta", clásico del género de aventuras de Byron Haskin, en el que Charlton Heston y Eleanor Parker luchan contra una plaga de hormigas, en un brillante Technicolor.

Durante las tres décadas siguientes, el Prendes fue un gran templo del ocio en la localidad e, incluso, resistió con dignidad la fuerte crisis de los ochenta, mientras otros recintos similares cerraban sus puertas por toda Asturias. A pesar de ello, en 1989, su propietario y gerente, Luis Prendes, enfilaba su jubilación y la sombra del cierre comenzó a recortarse sobre las paredes del vetusto edificio.

Ante el dolor por ver el ocaso al trabajo de toda una vida, Prendes fue a ver al alcalde, José Luis Vega, y juntos buscaron una solución que permitió la supervivencia del Prendes. Entonces, pasó a ser de titularidad municipal, y en julio de 1993, se creó el organismo autónomo Patronato Municipal Centro Cultural Teatro Prendes, dependiente del Consistorio, pero con autonomía funcional y financiera para gestionar el cine.

"Somos el único cine de Asturias que no ha cerrado nunca", explica el director gerente del Teatro Prendes, Alain Fernández, que también destaca la implicación que la corporación municipal ha mantenido durante todos estos años con el equipamiento, sin importar las siglas o el color político. Un consenso que ha permitido al Prendes mantener una programación estable y coherente, favorecido por la escasa inversión que supone el equipamiento y su notable retorno para la población.

"El Prendes sólo supone un uno por ciento del presupuesto municipal", sostiene Fernández. Esto no ha sido óbice para que el inmueble se fuese renovando periódicamente. En 2001, se modificó el espacio escénico. Y sus 520 butacas fueron renovadas en 2006, cuando también se sustituyó el pavimento del patio y se instaló aire acondicionado para la ambientación.

Tras esta reforma, el Prendes reabrió con la misma película con la que se había inaugurado el cine medio siglo antes: "Cuando ruge la marabunta". Una proyección que simboliza el respeto del Patronato por la historia del edificio y por la del cine. "Mantenemos los horarios de hace cincuenta años, con las sesiones nocturnas de los tiempos del No-Do, que llegaba a Candás a última hora, lo que obligaba a poner las sesiones a las once, muy tarde", explica Fernández.

Dentro de esta renovación constante, el Teatro Prendes abordará, a mediados del mes de mayo, la sustitución de su proyección en 35 milímetros por otra en digital, con resolución 2K, lo que le permitirá actualizar su programación. La transición, obligada por el "apagón analógico", ha supuesto una inversión municipal de 39.627 euros, subvencionada por el programa "Leader".

Una muestra de que el Teatro Prendes quiere seguir creciendo y convertirse en un centro de referencia a nivel regional. "Por el hecho de ser el único cine que nunca ha cerrado y por mantener viva la llama del cine clásico y moderno, apostamos por ser la sede oficial de la Filmoteca asturiana", afirma Fernández. Un empeño que compartía Luis Prendes, fallecido en septiembre.

Compartir el artículo

stats