Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron en Asturias en 2012 un 5,6 por ciento, al contrario de lo que sucedió a nivel nacional, que registró una disminución del 1,5 por ciento. De este modo, la región lidera la tasa de emisión per cápita del conjunto de España, con un total de 22,7 toneladas de dióxido de carbono por habitante frente a las 7,7 registradas en el conjunto del país.

Este es uno de los datos más llamativos que aporta el nuevo informe sobre la situación medioambiental de Asturias 2012- 2013, elaborado por el Consejo Económico y Social del Principado y presentado ayer en Oviedo. Su presidente, Nicolás Álvarez, destacó que se trata de un documento que "no emite juicios de valor", sino que sólo aporta datos, con el objetivo de "sensibilizar a la población". A continuación, se destacan los aspectos fundamentales que recopila el documento sobre el estado actual de la comunidad.

Desastres naturales. El informe señala que la siniestralidad forestal disminuyó notablemente en 2013. En total, se contabilizaron 1.070 accidentes, una cifra que reduce a la mitad la del ejercicio anterior. Este importante descenso se traduce en una reducción de la superficie afectada, es decir, en 3.332 hectáreas frente a las 16.600 del año 2012.

Bosques y suelo. Cerca de tres cuartas partes de la superficie de Asturias es forestal, de las cuales más de la mitad (el 43 por ciento) es monte arbolado. El estado de salud de estas áreas, según indica el informe, empeoró en los últimos años, al descender la proporción de árboles sanos al 81,9 por ciento. Con respecto al suelo, los expertos explican que el nivel de urbanización en Asturias se sitúa en el 1,9 por ciento del territorio, similar al valor nacional que es del 2 por ciento . En la evolución de la ocupación del suelo adquiere especial relevancia la expansión de las superficies artificiales, que crecieron un 2,1 por ciento entre 2000 y 2006. El nivel de urbanización aumentó asimismo en primera línea de costa.

Residuos. El volumen de residuos generados en la región disminuyó un 7,5 por ciento en 2012 -último dato disponible-, el doble que en el ámbito nacional. En el conjunto del ejercicio se produjeron cerca de 518.000 toneladas de residuos, registrándose el menor volumen de los últimos años.

Aguas y costas. A finales de 2013, el número de instalaciones de depuración que operaban en Asturias ascendía a 549. Según precisa el informe, la capacidad depuradora de la región se traduce en 771.290 habitantes conectados a sistemas de tratamiento de agua. En cuanto al número de vertidos autorizados, el documento recoge una reducción del 12 por ciento. Asimismo, garantiza que la calidad de las aguas de baño sigue siendo elevada, pese a que en el último año empeoraron las calificaciones en once playas.

Energía. Durante 2012, el consumo de energía primaria en Asturias repuntó un 5 por ciento respecto al ejercicio anterior, como consecuencia del aumento del consumo de energías renovables y en mayor medida de carbón. Aun así, el consumo final disminuyó un 6,9 por ciento, debido principalmente a la crisis económica.

Transporte. La distribución del transporte experimentó escasas variaciones en 2013, absorbiendo el modo de carretera la mayor parte del tráfico interior tanto de viajeros (91,3 por ciento) como de mercancías (80,7 por ciento). En el caso del transporte de viajeros, el ferroviario elevó su cuota al 6 por ciento, rebasando nuevamente al aéreo, y el transporte marítimo continuó siendo meramente testimonial (0,4 por ciento).

Medio urbano y rural. Pese a las críticas que realizan los ecologistas, el informe del Consejo Económico y Social del Principado señala que la calidad del aire en los principales núcleos de la región es buena. Incluso asegura que es respetuoso con la salud humana y la biodiversidad. En relación a la agricultura y la ganadería, el estudio indica que el proceso de expansión del sector ecológico frenó en 2013 e incluso descendió. Por ejemplo, el número de explotaciones ganaderas ecológicas se redujo en un 10,6 por ciento, situándose en las 328. Los expertos también hacen hincapié en que el 40,5 por ciento del territorio asturiano es superficie agrícola y sin embargo, sólo un 5,4 se destina a tierras de cultivo.

Gasto en protección medioambiental. Rompiendo con la tendencia descendente de los últimos cuatro años, en 2012 las empresas industriales incrementaron su gasto en protección del medio ambiente un 5 por ciento hasta superar los 90 millones de euros. Por su parte, el Gobierno autonómico redujo en 2013 el gasto dedicado al sector en cerca de un 19 por ciento, situándolo por debajo de los 99 millones de euros.