Un tren de cercanías descarriló en la noche del domingo en Carreño a la altura de la parada de El Regueral, en Candás, y obligó a suspender trece viajes. El incidente tuvo lugar en torno a las nueve y media de la noche y afectó a cinco pasajeros, que fueron trasladados a sus correspondientes destinos por carretera.

El descarrilamiento llevó a Renfe a suprimir seis circulaciones de la línea Gijón-Cudillero el domingo y otras siete ayer, en las primeras horas del día. El servicio se restableció con normalidad a las ocho de la mañana. Los viajeros que pretendieron coger antes el tren denuncian que Renfe no les informó de los retrasos que sufría la línea y que afectaba a poblaciones como Gijón, Candás, Trasona, Avilés, Salinas, Soto del Barco, Pravia y Cudillero. En concreto, los clientes se quejan de pedir información y responderles sus empleados con evasivas. Por su parte, la empresa ferroviaria lamenta los daños y asegura que siempre que hay algún problema intenta resolverlo "de la manera más rápida y eficaz posible".