Los hogares y las empresas asturianas están mudando sus hábitos de ahorro financiero, como muestra el creciente desplazamiento del dinero colocado en depósitos a plazo fijo hacia los fondos de inversión, productos que han cobrado auge en todo el país al calor de la caída de los tipos de interés y su impacto en la rentabilidades de las opciones más conservadoras. En ese contexto general, Asturias ha sido la región donde el incremento del patrimonio colocado en fondos ha sido más intenso durante el último año. Los raquíticos intereses de los depósitos bancarios, ya inferiores al 0,5%, y el desplome de los rendimientos de las letras del Tesoro están moviendo al ahorrador asturiano a convertirse en inversor y asumir más riesgos.
Un informe de la patronal de las instituciones de inversión colectiva Inverco estima que a fines de 2014 el dinero captado por los fondos en Asturias ascendía a 4.045 millones de euros. Tal cantidad representa el 39,5% más que en 2013 y es un 60% superior a la registrada en 2012. Al mismo tiempo, el dinero en depósitos a plazo ha descendido en un año en casi 1.000 millones de euros, coincidiendo con otra caída de rentabilidad en el producto financiero por excelencia de los ahorradores de perfil conservador.
Los bancos están ofreciendo en Asturias por los nuevos depósitos a un año rentabilidades que ya son inferiores al 0,4%. Según datos del Banco de España, la remuneración media para todos los plazos estaba ya en marzo por debajo del 0,5%, algo inédito en décadas y que contrasta con los rendimientos del 4% que se llegaron a pagar hasta 2012. Desde entonces, los límites impuestos por el propio Banco de España (para cortar el riesgo de "guerras del pasivo" que agravaran los problemas del sector financiero) y la política monetaria del Banco Central Europeo (rebaja de los tipos de interés oficiales) han jibarizado la rentabilidad de los plazos fijos.
Ese panorama ha llevado a una parte de los impositores asturianos a tomar decisiones como las siguientes: no renovar sus depósitos a plazo y dejar el dinero en cuentas a la vista para tener al menos mayor disponibilidad sobre el dinero o explorar otros productos como los fondos de inversión. En esa dirección se han movido también ahorradores de perfil conservador que venían invirtiendo en letras del Tesoro, ahora con intereses nulos e incluso negativos como consecuencia de la intervención del Banco Central en el mercado mediante compras masivas de deuda pública.
Un fondo es un instrumento de inversión, dirigido por una gestora, que capta el ahorro de los partícipes para obtener réditos colocándolo en activos como títulos de deuda pública o privada (renta fija), acciones (renta variable), valores monetarios, derivados financieros...Su rendimiento oscila según sea esa cartera de activos: los fondos más conservadores (de renta fija y monetarios) no llegaron en el último año al 1% y los más arriesgados de renta variable alcanzaron de media el 16%. El riesgo existe, aunque contenido, incluso en los fondos que se califican como garantizados: aseguran el capital inicial y un rendimiento a una fecha determinada, pero si se liquida en un momento distinto desaparece la garantía.
Según las estimaciones de Inverco, el número de partícipes en fondos de inversión creció el 26% en Asturias en 2014. El ahorro medio colocado por cada de uno de ellos ronda los 26.000 euros y el conjunto del patrimonio equivale al 18,8% del producto interior bruto (PIB) regional, por encima de la media del país.
El auge de los fondos se aprecia también en los números de las principales entidades financieras con actividad en Asturias, que comercializan estos productos y suelen disponer de gestoras propias. El banco Sabadell-Herrero ha informado de que sus fondos tienen una cuota de mercado del 19% y que el patrimonio captado creció el 59% en un año. Liberbank -banco liderado por la Fundacion Bancaria Caja de Ahorros de Asturias- ha elevado el 19% el patrimonio de sus fondos a escala nacional, productos que estuvieron gestionados por el Banco Madrid hasta su intervención y ahorra por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
La banca tiene un doble interés: la baja remuneración de los depósitos aligera sus costes de financiación y el auge de los fondos de inversión les reporta ingresos relevantes en comisiones por la comercialización y por la gestión en su caso.
