Ni sexismo, ni moral, ni ideología: cuestión de decoro. Eso es lo que afirma la dirección del instituto avilesino de La Magdalena al que ha sacudido la polémica por unos pantalones cortos. Cinco chicas de segundo curso de la ESO -de entre 13 y 14 años- se quedaron sin poder ir a una excursión por Avilés el pasado martes después de que acudieran con "shorts" pese a que su profesora les advirtió el día antes de que no podían llevarlos ya que visitarían ciertas iglesas. La cosa venía caliente, porque los alumnos de la clase se organizaron para acudir todos con pantalones cortos como protesta. Aunque los de los chicos eran bermudas, pero sólo ellas se quedaron sin excursión.
Mientras las estudiantes han convocado para hoy una sentada de protesta, Oswaldo López, director del centro educativo insiste en que se trata de mera educación. "No hay ninguna cuestión ideológica de fondo ni recorte de ningún derecho". La petición de la profesora sólo buscaba que el atuendo no supusiera problemas en la entrada de algún edificio religioso. "El IES La Magdalena educa para que sepan distinguir que no es lo mismo ir a la playa que visitar determinados lugares en los que rigen otras normas; esto también es educar independientemente de cuestiones ideológicas", defiende el director.
"No tengo ningún problema en reconocer que soy ateo convencido, pero también soy el primero que respeto las normas si quiero entrar a una iglesia porque creo que hay que adaptarse a las reglas del lugar que visitas", añadió López, quien insistió en que el uso de "shorts" y "minishorts" no está prohibido en el centro escolar. López resalta la importancia de "educar en el respeto", algo que considera vital en un instituto que tiene matriculados a alumnos de hasta quince nacionalidades de origen distintas.
¿Entonces la norma la marca la Iglesia? Vicente Pañeda, arcipreste de Avilés, también opinó sobre el asunto. "No existe más regulación para entrar en una iglesia que el sentido común; sin duda no hay ningún tipo de discriminación", expuso. Y añadió que no se trata solo de la longitud del pantalón, sino del decoro exigido para entrar en los templos, no solo cristianos, sino de cualquier religión: "A nadie se le ocurriría ir por la calle en pijama".
Ayer, al concluir las clases, cuatro de las cinco alumnas que se quedaron sin excursión por vestir demasiado corto repartían un panfleto con su denuncia, aireada por el Sindicato de Estudiantes.
Las jóvenes aseguran que los chicos de su clase, a pesar de llevar bermudas "un poco más largas" que sus "shorts", no sufrieron la misma sanción que ellas. Al tiempo que admiten que su profesora es "feminista", y la consideran una persona que educa en el respeto a los derechos de la mujer, consideran que "en este caso se equivocó".
"El director avaló la decisión autoritaria y arbitraria de la profesora, que se consideraba retada por el grupo de alumnas", denuncian. El grupo de jóvenes también considera que no hay "razones objetivas" que respalden la sanción. También, critican, la reacción de la profesora careció a su juicio de las formas adecuadas. Las jóvenes han convocado para hoy una sentada de protesta a las puertas del centro.
María Vega, madre de una de las menores implicadas en la polémica, reconoce que el centro tiene "cosas más importantes de las que preocuparse", pero también considera que al asunto se le ha dado la importancia "que merece": "Somos los padres los que tenemos que decidir cómo visten nuestros hijos; los profesores están para enseñar", asevera al tiempo que critica "las formas" con las que la profesora se dirigió a su hija y al resto de sus compañeras.
La dirección del instituto avilesino quiere pasar página y, afirma, hoy mismo dejará el tema de lado para centrarse en otros asuntos más importantes. Entre ellos, los recortes a los que se enfrenta el centro escolar. El IES la Magdalena de Avilés puede sufrir una reducción de su presupuesto que se eleva al 25 por ciento del total. "Vamos a sufrir recortes de plantilla y van a desaparecer actividades que consideramos importantes, como el teatro", denunció Oswaldo López, que tiene que tratar de organizar el próximo curso con menos recursos. El profesorado lamenta que la vena reivindicativa de las alumnas no se haya dirigido a otras cuestiones que afectan a la calidad de la enseñanza que reciben. Las alumnas creen que han sido discriminadas. El margen para la polémica es demasiado corto: de unos pocos centímetros.
