Las spin-off se mueven dentro de unos límites difusos que conducen a confusiones dentro del ámbito académico, hasta el punto de que algunas universidades españolas atribuyen esta categoría a empresas que, para otras, no la tienen. Un caso paradigmático son las startup fundadas por exalumnos que no nacen, casi nunca, con una vocación de continuidad. "Esto hace que las comparaciones entre unas y otras instituciones no sean del todo adecuadas", asegura Ana Valdés. La dirigente del vicerrectorado de Investigación y Campus de Excelencia también destaca el diferente trato que dan las universidades a esta actividad. "Muchas tienen su propio reglamento, similar al que nosotros estamos esbozando. No obstante, todas tenemos que supeditarnos a lo que establece la legislación nacional, al margen de las pautas diferenciales que se determinen en un momento dado", asegura.
