Oviedo, Marián MARTÍNEZ

El comercio asturiano tiene todas sus esperanzas puestas en las rebajas de verano que arrancaron ayer. Las ventas de primavera han sido "malísimas", así que todo apunta a que las ofertas estivales serán "muy agresivas" para conseguir liquidez con la que afrontar la temporada de otoño. La recuperación económica no ha llegado al bolsillo del consumidor, aseguran los miembros del sector. A eso se ha sumado el mal tiempo y las elecciones que, según afirman, generan incertidumbre y siempre provocan una caída de las ventas. Ahora, el buen tiempo y el turismo se presentan como la tabla de salvación.

El comercio minorista asturiano no levanta cabeza, "aunque los grandes números de la economía digan que esto empieza a remontar", coinciden en señalar los representantes de las organizaciones de comerciantes de la región. De hecho, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que las ventas han caído en Asturias el 2,6%, mientras que la media nacional refleja un incremento del 2%.

"No hay recuperación, no hay dinero", asegura Javier Reig, portavoz de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (Ucayc). Severino Mayor Zaragoza, presidente de la Federación Asturiana de Comercio, se refirió al resultado global de la campaña de primavera, que se saldó con una caída de las ventas del 4% y que atribuye en gran medida al mal tiempo. Al igual que Carmen Moreno, gerente de la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño, quien añade el periodo electoral. "La incertidumbre no es buena para el consumo", afirma.

Los comerciantes apuntan además que el periodo de rebajas tradicional acabó hace tres años, cuando el Gobierno de Rajoy aprobó la ley de liberalización que estableció la libertad de horarios y de rebajas. Una normativa que consideran agresiva porque "ataca claramente a la competencia sana y pone en jaque al comercio de ciudad a favor del gran comercio".

En este escenario arrancan las rebajas que finalizan, en teoría, el 31 de agosto. Aunque en realidad ya son muchos los comercios y centros comerciales que llevan semanas con ofertas y promociones. La tendencia general es que los primeros descuentos se sitúen en una media de entre el 30% y el 40%, que aumentará gradualmente hasta llegar al 60% e incluso el 70%.

"Los primeros días son buenos, porque este mes se cobra la paga extraordinaria y aumentan las ventas, el público se anima más. Pero los márgenes ya son muy ajustados y muchos comercios se ven obligados a poner ofertas incluso a precios de coste para lograr liquidez con la que poder hacer frente a los pedidos de la próxima temporada de otoño", asegura el portavoz de los comerciantes de Avilés y comarca, Javier Reig.

Severino Álvarez Zaragoza afirma que tras una primavera "tan mala en ventas, habrá género abundante y buenas ofertas, así que confiamos en que los clientes las aprovechen".

La gerente de la asociación de comerciantes gijoneses y de Carreño es optimista. "La primera mañana hemos visto a más gente y confiamos en que por la tarde haya más movimiento. El problema es que en la mente del consumidor ya empieza a desaparecer la tensión que provocaban antes las rebajas, porque ya hace semanas que había ofertas y promociones en muchos establecimientos. Pero confiamos en el tirón del turismo y del equipamiento para las vacaciones, que suele funcionar bastante bien y esperamos que hagan de motor para mejorar los resultados obtenidos en años anteriores".

Los comerciantes también aprovechan el inicio de las rebajas para realizar varias recomendaciones, aunque hacen hincapié especialmente en una: el pequeño comercio no fabrica para este periodo, sino que baja los precios de los productos que ya tiene en el establecimiento, lo que deben de tener en cuenta los consumidores a la vez que comprueban que efectivamente hay un descenso de los precios y que debe figurar en las etiquetas.

Las rebajas ya no son lo que eran. Pero los comerciantes aseguran que siguen trabajando con ilusión y colaborando entre ellos para innovar y mantener un comercio de ciudad atractivo y vivo, "porque eso es lo que mantiene viva a una ciudad, sea del tamaño que sea. Tenemos que ser optimistas y agudizar el ingenio para mantenernos", aseguran confiando en la mejoría económica.