Un buen dato, aunque a la baja. Los profesores de la Universidad de Oviedo consiguieron el pasado año 124 sexenios de investigación, como se conocen los reconocimientos que concede el Gobierno central por realizar esta labor. La cifra es sensiblemente inferior a la de ejercicios anteriores, cuando se registró un récord debido a que muchos docentes tramitaron la solicitud tras la entrada en vigor de la reforma legislativa que atribuye más horas de clase a los que demuestren una menor actividad científica. Estos números, que el Ministerio de Educación acaba de comunicar al equipo rectoral, llevan aparejados un aumento salarial que, en conjunto, supondrá un encarecimiento de la plantilla de la institución académica asturiana en unos 280.000 euros. Los especialistas de la rama de Ciencias tienen el mejor índice global, con 2,9 tramos por funcionario.
Los sexenios de investigación son, junto a los quinquenios de docencia, uno de los principales cauces que tienen los profesores universitarios para lograr incrementos en su sueldo (cada uno puede hacerse con un máximo de seis). Y, además, es una variable fundamental para la elaboración de las clasificaciones que miden la productividad científica de una institución académica. La concesión de cada uno de ellos es competencia de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI), dependiente del Ministerio de Educación. Este organismo está formado por varios tribunales o secciones de las diferentes disciplinas, encargados de evaluar a los docentes. Cada especialidad sigue un sistema de puntuación diferente. En Ciencias, por ejemplo, los candidatos deben presentar cinco trabajos realizados durante los últimos seis años y que, al menos, tres de ellos hayan sido publicados en revistas de primer nivel internacional. En Humanidades y en Ciencias Sociojurídicas, los criterios que se siguen para realizar la puntuación son más subjetivos.
De los 124 sexenios concedidos este año a la Universidad de Oviedo, 36 corresponden a profesores de la rama de Ciencias Sociales y Jurídicas (29 por ciento), 33 a los de Ingeniería (26,6 por ciento), 29 a los de Ciencias (23,4 por ciento), 15 a los de Arte y Humanidades (12,1 por ciento) y 11 a los de Ciencias de la Salud (8,9 por ciento). Además, hubo 11 solicitudes que fueron denegadas, un porcentaje muy pequeño en comparación a otras instituciones académicas del país. Es decir, el grado de éxito de los especialistas asturianos a la hora de optar a estos reconocimientos es bastante elevado en relación a la media nacional.
Estos números consolidan la histórica tendencia que sitúa a los profesores de Ciencias como los más productivos científicamente (al menos, desde esta perspectiva). Los 977 funcionarios que pertenecen a departamentos de esta rama tienen un promedio de 2,9 sexenios acumulados. En el caso de los 210 integrados en Ciencias de la Salud, esta cifra es de 2,3, una décima más que los 175 de Arte y Humanidades (2,2). En Ciencias Sociojurídicas (con 641 funcionarios) y en Ingeniería (con 288) , la media es de 1,7 sexenios por especialista. No obstante, los diferentes criterios de evaluación para cada rama también inciden en estas diferencias, al margen de la producción científica pura y dura.
