Arturo Serrano (Candás, 1985) diseña los personajes, objetos y ambientes de Mercury Steam, una de las mayores empresas de videojuegos en España. Es uno de los jóvenes talentos de la región que se dedican a la creciente industria de las nuevas tecnologías para el entretenimiento.
-¿Cómo le surgió la idea y la oportunidad de dedicarse a los videojuegos?
-De pequeño sólo me gustaba jugar, pero con el tiempo vi que tenía capacidad para dedicarme a esto. Aunque me gustaba y lo estudié, no quería trabajar en el diseño industrial. Me gustaba el mundo de los videojuegos, aunque era raro por aquel entonces. Decidí ser autodidacta en casa, aprender por mi cuenta para dedicarme profesionalmente. Mandé mi currículum a una de las principales empresas de videojuegos del país y me llamaron al día siguiente porque necesitaban a alguien de mi perfil. Con los años, comenzaron a apostar por proyectos para tablets y móviles, y yo tenía el ímpetu de hacer algo grande, así que me fui. Entré en Mercury Steam para varios proyectos relacionados con el "Transilvania", uno de sus videojuegos más importantes.
-Entre todas las fases de elaboración de un videojuego, ¿qué labor desempeña dentro de la empresa?
-Pertenezco al primer eslabón dentro de la elaboración del videojuego, dentro del departamento de arte. Mi tarea es dar buenas ideas, resolver problemas de diseño y darle el toque bonito. Me encargo de los personajes, objetos y ambientes. El dibujo en papel ya no existe, ya que lo que premia en una empresa de videojuegos es el tiempo, por lo que plasmamos en arte digital todas las directrices que llegan desde la sección de diseño. El trabajo en un mismo juego puede durar unos dos años, ya que hasta que no salga al mercado no hemos terminado nuestra labor.
-¿En qué situación se encuentra el sector del videojuego en España comparado con el resto del mundo?
-Hacer competencia a Estados Unidos y a otros países de Europa es muy difícil. Somos pocas empresas en España, apenas hay mercado. Son muy buenas pero muy pequeñitas. Las nuevas consolas y plataformas exigen un nivel de producción e inversión al que no podemos llegar, por lo que hay que ir a pequeños proyectos con grandes ideas.
-El Gobierno ofrece subvenciones y préstamos para estas empresas, ¿es suficiente para que España llegue algún día al nivel de estos países?
-El apoyo de las instituciones existe. Poco a poco, nos iremos acercando al resto. Estados Unidos va muy por delante en este aspecto. A mi empresa le han dado un gran porcentaje, con lo que estoy contento. Pero entiendo que a los que no estén dentro les resulte más difícil. Tengo muchos compañeros que se han tenido que ir a trabajar fuera de España.
-¿Le gustaría a usted tomar el mismo camino y continuar su labor fuera de nuestras fronteras?
-Por ahora, estoy a gusto haciendo este tipo de proyectos aquí, porque además sé que van a ir cada vez a mejor.
-¿Cree que la etiqueta de friki hacia el consumidor de videojuegos ha cambiado en los últimos años?
-Los frikis vamos a dominar el mundo; ¿quién no juega a videojuegos hoy en día? Se ha normalizado, cada vez hay más convenciones a las que acude más público. Sólo hay que ver el ejemplo de estos días en Metrópoli en Gijón. Antes éramos cuatro gatos y ahora hay un montón de gente detrás. Seguirá cambiando y se normalizará del todo... ¡Si ya hay hasta un "Día del orgullo friki!
-¿Cuál es el futuro del videojuego?
-Va encaminado hacia la realidad virtual y la realidad aumentada, con gafas virtuales y demás accesorios. Que la ficción no se distinga de la realidad. Aunque estoy seguro de que el videojuego de estar sentado en tu sofá con el mando no va a desaparecer. Tendrán más calidad, pero no variará la idea principal, que es la de entretener.
-¿Cuál es su consejo para quien quiera dedicarse a esto de manera profesional?
-Mi recomendación es la de crearse un currículum muy específico, que la empresa vea que pueda sacar partido de ti en un determinado aspecto.
