El de Cerredo es el segundo accidente mortal en la minería del carbón española en lo que va de año. El primero se produjo el 26 de marzo, en el pozo Salgueiro de Torre del Bierzo (León). En el siniestro también resultaron heridos otros dos trabajadores de la explotación, propiedad de Uminsa. El fallecido estaba postiando (haciendo mantenimiento de las galerías) cuando se produjo un hundimiento que atrapó a los tres trabajadores.

El año 2014 fue mucho mejor para el sector minero, ya que no se produjo ningún accidente mortal. Poco que ver con 2013, que discurría sin víctimas hasta el fatídico 28 de octubre, cuando seis mineros del pozo Emilio, uno de ellos asturiano, morían a causa de una explosión de gas grisú. Este accidente fue el peor de la minería española desde 1995, cuando catorce trabajadores murieron en el pozo Nicolasa (Mieres).

En 2012 hubo un único fallecido en la minería española: un palista que cayó a una balsa de agua en la mina a cielo abierto de Las Jarrinas (entre Fabero y Páramo del Sil, en León). En 2011 fueron cuatro los muertos. Ese año se produjo el último accidente mortal en la empresa pública Hunosa (en el pozo Candín, en Langreo, ya cerrado). Otros dos siniestros con fallecido se produjeron precisamente en la mina de Cerredo. En agosto de 2011 un minero moría por asfixia. Rafael Otero tenía 35 años y vivía en la localidad leonesa de Villaseca de Laciana. En mayo de 2011 Manuel López, de 40 años, vecino de Villablino (León), tuvo un grave accidente, tras caer por una rampa. Días después murió en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En 2010 hubo un único fallecido, mientras que en 2009 se produjeron seis víctimas mortales, la cifra más alta de los últimos años junto con 2013.