El pacto de investidura entre el PSOE e IU dará un vuelco al sistema electoral asturiano. Cuando los afiliados de la coalición acudan este fin de semana a votar sobre el acuerdo que, previsiblemente, le dará la presidencia regional al socialista Javier Fernández, decidirán también sobre un profundo cambio electoral para la región. Se trata de una de las exigencias incluidas en la alianza a petición de los dirigentes de IU Gaspar Llamazares y Manuel Orviz, que ya se intentó en 2012 y quedó sin ejecutar por exigir el Gobierno socialista una mayoría cualificada en la Junta General para llevarla adelante. Aquella negativa dio al traste con el pacto que permitió la primera investidura de Javier Fernández.

Con el Parlamento salido de las urnas, esa mayoría cualificada (el acuerdo habla de tres quintos de la Cámara, es decir, 27 diputados) se obtendría holgadamente, ya que otras fuerzas no firmantes del acuerdo, como Podemos o Ciudadanos, son también partidarias de modificaciones legales en materia de régimen electoral y también sobre la fórmula de elección del presidente. Los compromisos contenidos en el acuerdo de investidura entre la Federación Socialista Asturiana (FSA) e IU son de tal calado que de estar vigentes en la actualidad se hubieran traducido en un escaño más para la coalición a costa del PP y en que se disparase el riesgo de tener que repetir las elecciones ante la gran probabilidad de que los candidatos a la presidencia regional recibieran más votos en contra que afirmativos.

El primero de los grandes cambios afectaría a la ley electoral en sí. Asturias mantendría las tres circunscripciones, pero se establecería un sistema para "ponderar" el voto, de forma que no beneficie a los partidos mayoritarios. El sistema consiste en que 35 diputados de la Cámara seguirían repartiéndose entre las tres circunscripciones, pero los diez restantes se asignarían contabilizando todos los votos sobrantes de los partidos que hayan obtenido representación.

Otro de los cambios significativos afectaría al sistema de elección del presidente regional. Asturias es una de los dos comunidades autónomas donde no rige el sistema de "investidura", de forma que los parlamentarios sólo tienen dos opciones, votar a favor de uno de los candidatos o abstenerse, no pueden votar en contra. Este sistema facilita la formación de Gobierno, evitando bloqueos parlamentarios, pero propicia la creación de Ejecutivos con escaso apoyo parlamentario y con riesgo de inestabilidad durante la legislatura. En la actualidad, la designación de presidente está bloqueada no por el voto en contra de los diputados de la oposición, si no porque hay un empate entre los dos candidatos, Javier Fernández y la popular Mercedes Fernández.

El último de los cambios previstos en el pacto afecta al nombramiento de los dos senadores que representan a Asturias en la Cámara alta. El pacto contempla modificar la ley que la designación de estos representantes se haga por votación en la Junta General, y no por libre designación de los dos partidos mayoritarios, como en la actualidad. El proyecto de ley tiene que presentarse antes del final de 2016.

El acuerdo será sometido hoy y mañana a las bases de IU. El coordinador de Oviedo, Alejandro Suárez, ha llamado a los militantes a respaldarlo, porque "IU no es una minoría de bloqueo".