La música volvió a llenar el stand de LA NUEVA ESPAÑA en la segunda jornada de la Feria de Muestras. Ayer por la tarde, bajo un sol que brilló acorde con los invitados, los asistentes pudieron disfrutar del mejor espectáculo en directo. Los primeros en actuar fueron tres vocalistas del grupo "Cuarzo". Silvia Riera, junto a su tío Basilio y Cristina Rodríguez, otra de las integrantes, pusieron las primeras notas de la jornada.

Aunque ofrecieron un estilo acústico que se aleja del ambiente de orquesta habitual en ellos, consiguieron arrancar bailes y sonrisas al público. "Empezamos como dúo porque yo veía a mi tío cantar y me gustaba mucho, después ya fuimos ampliando", explicó la vocalista antes del concierto. Llevan más de diez años actuando en la feria y no dudarán en repetir siempre que puedan, ya que "les encanta venir aquí". Sin embargo, Asturias es solo el punto de origen de su viaje. "Nos movemos mucho por fuera, actuamos en Cantabria, Burgos, Palencia...", apunta la voz masculina del grupo.

Silvia Riera presentará además su tercer disco a finales de año, bajo el título "Tú amor y yo sentimiento". En este proyecto en solitario participan también Jorge Menéndez, miembro de la orquesta gallega Essencia, y Rubén Gómez.

La segunda parte de la velada corrió a cargo del siempre sonriente Miguel Ángel Celemín, que puso el acento mexicano al evento. El cantante del antiguo dúo "Costa Verde", nacido en León, empezó su andadura musical en 1978 en el barrio de Cimadevilla y desde entonces ha estado recorriendo mundo, con actuaciones en Alemania, Bélgica o México, entre otros países.

"Yo canto de todo, pero lo que más me gusta son los mariachis. Ya de pequeño me encantaba escuchar a mi padre y lo cierto es que es lo que más me llena", aseguró poco antes de la actuación. El cantante, que asegura tener "el corazón dividido entre León y Asturias", despidió el repleto pabellón bajo una lluvia de aplausos tras un emotivo "Gijón del alma". Ataviado con el típico traje de mariachi, logró un perfecto equilibrio entre México y la cultura asturiana. Un intenso final para una cita que no ha hecho más que empezar.