Asturias necesita un plan ahora que culminan las grandes inversiones estatales en infraestructuras. Un plan para definir el modelo de región en el siglo XXI, donde la articulación del área metropolitana, el fomento de la investigación, el reequilibrio territorial y la atención a las conexiones marítimas, aéreas y digitales serían algunas de las grandes claves, a juicio de los expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA.
"Lo primero, algo que no veo por ningún sitio, sería contar con un planteamiento estratégico de objetivos que de sentido a las inversiones". Esa es la receta que ofrece el economista y catedrático de Empresariales José Luis Marrón Jaquete como punto de partida para redefinir las prioridades presupuestarias de Asturias una vez que culminen los trabajos en la variante de Pajares, la obra que, junto a la Autovía del Cantábrico, ha concentrado el grueso de la inversión estatal en la región en los últimos años. ¿Y cuáles serían esos objetivos? De inicio, Marrón apunta al desarrollo del área central de Asturias, empezando por la mejora de la conectividad entre sus grandes ciudades. "Esa es la base sobre la que se pueden afrontar cuestiones más complejas, como la normativa o la cesión de soberanía por parte de los municipios que forman parte de ese área", apunta el economista.
La integración territorial, con prioridad para la Autovía del Suroccidente; la mejora de la conectividad aérea, la implantación del HUCA como "un hospital diferente", el desarrollo rural y la Universidad son otras claves que aporta Marrón a ese plan que echa en falta en Asturias. Y en materia de "intangibles" aboga por inversiones transversales que apuesten por los centros de excelencia universitaria, la investigación científica o las nuevas tecnologías de la información.
Jesús Arango, economista y exconsejero del Principado, mantiene que el gran reto pendiente para Asturias es "rentabilizar El Musel". Y en ese objetivo considera fundamental que la variante de Pajares, aparte del tráfico de viajeros, permita un tránsito rápido de mercancías. "Tenemos 320 kilómetros de costa y vivimos de espaldas al mar. Hay que abrir Asturias al resto del mundo por vía marítima", subraya.
Sobre el cambio de orientación de las inversiones, el economista praviano lleva defendiendo "desde hace más de veinte años" que "son más importantes las que entonces se llamaban autopistas de la información que las de asfalto". Y en esa línea estima que otro de los objetivos prioritarios pasa por dotar a todo el territorio de banda ancha de internet o de wi-fi gratuito.
Desde la patronal, Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), sostiene que, con la Autovía del Cantábrico completada y la Variante en la recta final, la región "todavía tiene necesidades en infraestructuras", entre ellas los accesos a El Musel o la mejora del ferrocarril y de las conexiones aéreas. Además, a su juicio, más allá de estas cuestiones, los presupuestos estatales de los próximos años deberían de incidir en aspectos como la innovación en la empresa y su salida al exterior, la simplificación de la tramitación administrativa y el cambio de la estructura estatal, algo que "genera un coste innecesario" por duplicidades.
El apoyo a la economía productiva también se cuenta entre las prioridades que selecciona Jorge González Arango, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). "Promover políticas que generen empleo de calidad y formación para entrar en el mercado laboral son cuestiones esenciales", apunta.
El arquitecto y urbanista Arturo Gutiérrez de Terán, exconsejero de Ordenación del Territorio, estima que entre los retos pendientes está lograr un "reequilibrio territorial" que pasa por la ejecución de una autovía interior, la del Suroccidente, que, a su juicio, "debe de conectar con la Transcantábrica en Valdés para cumplir su función: mover mercancías y personas". "Volcar Asturias hacia la costa traerá unas consecuencias que los asturianos deberíamos de conocer", abunda Terán, quien alerta de que "si no se hace la autovía del interior se cambia un modelo territorial de cientos de años". Y una de las consecuencias es que "el Occidente van perdiendo población a costa de aumentar la del área central, algo fatal para el futuro de Asturias". Gutiérrez de Terán defiende como prioridad la rehabilitación energética de edificios.
El economista Juan Velarde asegura que el principal reto es contar con una buena red de transporte que conecte al Principado con el mundo. Para ello, ve "fundamental" disponer de conexiones terrestres, así como de un "gran puerto" conectado con las rutas internacionales.
