Cerco a los delitos en los recintos académicos de la región. La Universidad de Oviedo extremará las medidas para evitar robos y daños materiales a partir del próximo curso con un plan que prevé la instalación de cámaras de seguridad en todos los campus, a pesar de la oposición de algunos colectivos de alumnos. Las imágenes serán controladas durante las 24 horas del día por personal especializado desde una oficina recién habilitada en la Facultad de Derecho, adonde ya llegan los datos de los escasos dispositivos colocados con anterioridad. Los primeros resultados no se han hecho esperar y, hace unos días, este servicio dio la voz de alarma para frustrar una sustracción masiva de cable de cobre en la Escuela Politécnica de Gijón. Los próximos centros en contar con un circuito cerrado de seguridad serán Geología y Psicología.
El proyecto elaborado por el equipo rectoral pretende poner coto al robo de material, a las pintadas y a los destrozos que sufren algunos centros universitarios. En un primer momento, tan sólo estaba previsto instalar cámaras en la Facultad de Filosofía y Letras, ubicada en el campus ovetense del Milán, el recinto académico que más sufre estos problemas. Pero los dirigentes académicos han decidido finalmente extender el plan al resto de sus inmuebles, tras solicitar los pertinentes permisos legales.
"Creemos que se trata de una decisión buena para todos porque son elementos disuasorios de determinadas prácticas negativas", explica Víctor Guillermo García, vicerrector de Campus, Informática e Infraestructuras. El proyecto prevé la colocación de las cámaras de manera progresiva durante los próximos meses y será financiado al menor coste posible. "Las próximas facultades que contarán con estos dispositivos serán Geología y Psicología porque en ellas están previstas obras de remodelación antes de que finalice el año. Por eso, resulta más barato realizar la instalación", subraya el dirigente universitario.
Otro de los edificios que contará en poco tiempo con este sistema de grabación será el Palacio de Quirós, sede del Registro y del Consejo Social, ubicado en la céntrica plaza ovetense de Riego. Además, estos aparatos se instalarán de inmediato junto a las barreras de acceso a todos los aparcamientos de facultades y escuelas, para controlar la entrada de los profesores y de los estudiantes con derecho a utilizar estos espacios.
La generalización de las cámaras de seguridad que acometerá la Universidad de Oviedo (hasta ahora tan sólo contaba con algunas en puntos especialmente sensibles, como el Rectorado o determinados aularios del campus de Gijón) va en la línea de las acciones realizadas por otras instituciones académicas españolas durante los últimos años. Por un lado, se busca defender el ingente patrimonio académico, formado por 52 inmuebles repartidos por varios concejos. Y, por otro, velar por comportamientos adecuados en su entorno.
No obstante, estos métodos han encontrado el rechazo de colectivos de alumnos, que ya se quejaron oficialmente hace unos meses al conocer la colocación de los dispositivos en el Milán, al entender que la grabación de imágenes puede suponer una intromisión en el ejercicio de la actividad formativa. "Hemos pedido todos los permisos y actuamos siempre de acuerdo a lo que marca la Ley", explica el vicerrector de Infraestructuras al respecto. Además, señala que la colocación de los dispositivos se realizará en contacto permanente con las direcciones de los centros implicados.
