Es un clásico de las películas de espías (o al menos de Mortadelo y Filemón) el que los mensajes se autodestruyan después de ser leídos. En Foro Asturias esperan que el que fue vicesecretario de Comunicación y hombre de confianza de Francisco Álvarez-Cascos haga lo mismo, y le han exigido, por un formal burofax, que destruya todos los archivos y devuelva la documentación que pueda tener sobre Foro. Además, Álvarez-Cascos pretende obligarle a que guarde el secreto, y no se lo diga a nadie, salvo que tenga "expresa autorización" del partido.

El burofax fue enviado hace algo más de un mes. En él, el actual secretario general de Foro Asturias se ampara en la Ley de Protección de Datos para exigir al exviceconsejero que elimine o devuelva la información.

"Por la presente, y en virtud del acuerdo adoptado por la Comisión Directiva en el día de hoy, se le requiere al objeto de que proceda a la devolución de todos los soportes que se encuentren en su poder y puedan contener información confidencial de Foro de Ciudadanos, y destruir la información derivada de los mismos los que ha tenido acceso como consecuencia de ostentar el cargo de vicesecretario de Comunicación de esta formación política", señala el escrito, que hace especial hincapié en la destrucción de los archivos que "contengan datos de carácter personal, o concernientes a personas físicas, identificadas o identificables".

La carta, firmada por Cascos, concluye exigiendo sigilo. "El contenido de esta comunicación es estrictamente confidencial, secreto y restringido. La divulgación y el suministro, en todo o en parte, a cualquier tercero, no podrá ser realizada sin el previo, expreso y escrito consentimiento de Foro de Ciudadanos".

Libertad de expresión

Para Juan Vega, que se distanció del partido tras exigir la realización de un congreso en Oviedo, y que tiene abierto un expediente de expulsión, la petición de Álvarez-Cascos es "tan absurda y surrealista que no entiendo lo que realmente pretende". A su juicio, el burofax tiene "un vago aroma de amenaza, un tufo de totalitarismo" que a refleja "falta de entendimiento de los mecanismos de la libertad de expresión que tiene nuestra democracia, que en el caso de los partidos políticos deben tener una especial protección. Utilizar la ley de Protección de Datos para intentar ocultar las disensiones, las discrepancia con las políticas internas de un partido político es una pretensión absolutamente ridícula e indica que este señor está faltando rotundamente a lo que es su compromiso con los que siguieron en su aventura política".

Respecto a qué información atesora que puede dar lugar a una exigencia de estas características, Vega dice que no tiene ni idea. "Desconozco totalmente a qué se está refiriendo ni de qué está hablando, si está hablando de documentos que forman parte de mi patrimonio personal, documentos históricos de relevancia personal y pública, o de las personas que conozco. No sé si pretende que borre de mi memoria a las personas que he conocido en Foro, pero muchas son maravillosas y nunca las olvidaré", concluye el exdirigente de Foro.