Marca tendencia y algo más. La motocicleta veraniega de Rodrigo Rato Figaredo, el asturiano de Madrid que primero fue ministro de Economía, luego presidente del Fondo Monetario Internacional y un poco más tarde presidente de Bankia, centra el debate político nacional. El diputado del PSOE Antonio María Trevín Lombán, que también es portavoz de Interior del Grupo Socialista en el Congreso, invocó ayer la ya famosa Vespa azul con la que Rato se mueve por Gijón durante la comparencia parlamentaria del ministro del ramo, Jorge Fernández Díaz, para dar cuenta de la controvertida reunión con el motorista de moda en su despacho oficial. Incidió Trevín, que como algunos de ustedes recordarán fue primero alcalde de Llanes, luego "presidentín" y más tarde delegado del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Asturias, en que el exbanquero usa la Vespa azul para disfrutar del verano astur en compañía de su novia, Alicia González. No para escapar de enfurecidas hordas preferentistas ni de los autores de esos 400 mensajes amenazantes que ha sufrido en la red, según desveló ayer Fernández Díaz, quien, en su momento, allá por los primeros años ochenta del siglo XX, fue delegado del Gobierno en Asturias. Después vio la luz en Las Vegas y en un pispás pasó de "calavera" a hombre de profunda espiritualidad cristiana.

Contestó Fernández a Trevín que no tiene constancia ni le importa a qué dedica Rato el tiempo libre, ni adónde viaja con la churri de paquete en esas salidas vertiginosas que dejan a la prensa con un palmo de narices. Pero tampoco se piense, amigo lector, que Rodrigo va muy lejos ni a lugares superexclusivos. A bordo de la Vespa azul acudió hace días a comer al denominado "paraíso del cachopo" de Villaviciosa y después marchó a ligar bronce y darse un chapuzonín a la playa de La Ñora. Muy preocupado, la verdad, no parecía.