El stand de LA NUEVA ESPAÑA vivió ayer su jornada más emotiva. Las actuaciones de Roberto "El Charro Negro", primero, y de Agustín Vázquez, después, quedaron en un segundo plano cuando Vázquez tuvo el gran detalle de dedicarle uno de sus temas a Shamira, la niña mierense de ocho años que sufre una serie de enfermedades raras que no le permiten moverse ni mantenerse en pie por sí misma. También tiene problemas de vista, en el sistema digestivo y padece asma. La pequeña, que estuvo presente en la actuación, provocó el llanto de muchos de los asistentes que no pudieron reprimirse. Su sonrisa terminó por llenar de luz el día de Begoña. Una jornada que contó con un numerosísimo público que, como viene siendo habitual, abarrotó el pabellón del periódico.

Todo un clásico del recinto ferial como El Charro Negro, que comenzó a cantar a los nueve años, volvió, fiel a su cita, a uno de sus lugares predilectos. El mariachi gijonés, que en su día afirmase "yo soy como Lola Flores, no tengo edad" demostró que a pesar del paso del tiempo sigue estando en plenas facultades y deleitó a los asistentes con sus rancheras plagadas de sentimiento.

El guante lo recogió, poco después Agustín Vázquez. El cantante asturiano presentó su último trabajo titulado "Viva L'Amore", que incluye temas como "Por qué esta soledad" "La historia de María" o "No puedo estar sin ti". Un disco donde la sensibilidad, el romanticismo y la melancolía son sus principales atractivos. El sol se iba ocultando al ritmo de la múscia entonada por Vázquez, que no dejó de interaccionar con el público. Los presentes agradecieron el gesto y se encargaron de darle más dinamismo si cabe a una de las actuaciones más aplaudidas de toda la Feria. Mañana- a partir de las 17.30 h- , Carmen López González (monólogos) y la Asociación de intérpretes de la canción asturiana (AICA)- 19.30 h-, se encargarán de poner el broche de oro a dos semanas de actuaciones en un stand en el que desde ayer, y para siempre, brillará la sonrisa de Shamira.