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Los técnicos descartan ya que la Variante se pueda abrir este año: "Queda mucho por hacer"

Los túneles, con un presupuesto global superior a los 3.500 millones, están excavados desde hace seis años

"Es imposible. No hay tiempo. Queda mucho por hacer". Los técnicos de la obra dan ya por descartado que la variante ferroviaria de Pajares abra al tráfico este año, tal y como pretendía el Ministerio de Fomento. El estado de las labores de revestimiento de los dos tubos, afectados durante mucho tiempo por importantes filtraciones de agua que ya están controladas; la marcha de los trabajos de la superestructura -catenarias, vías e instalaciones auxiliares y de seguridad-, y la complicada actuación para estabilizar el talud de Campomanes, unido un periodo posterior de pruebas y homologaciones que será "exigente" y que durará "varios meses", según las fuentes consultadas, impiden que el paso bajo la Cordillera entre en servicio antes de que concluya este 2015.

La apertura de la Variante, que se realizará con un único túnel operativo y en ancho ibérico, permitirá reducir el viaje en Alvia a Madrid entre 45 y 50 minutos. Además, acabará con la incomodad del trazado del puerto de Pajares, por donde los viajeros circulan ahora en el sentido contrario al de la marcha para evitar el "fondo de saco" de León.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó por última vez los tajos de Pajares el pasado 25 de julio, justo después de que LA NUEVA ESPAÑA desvelara que las obras se estaban ejecutando con "cuentagotas" y que los propios operarios se quejaban del "descontrol" en unos trabajos que presentaban continuos "parones" por falta de financiación. Frente a esas críticas, Pastor reiteró que hay "dinero suficiente" para "terminar la obra" antes de que concluya el año y reclamó un esfuerzo a las empresas para conseguir tal objetivo. Poco después, Cristóbal Montoro, titular de Hacienda, presentaba en el Congreso un proyecto presupuestario para 2016 en el que hay reservados 236,5 millones de euros para finalizar la Variante, cuyo coste total supera ya los 3.500 millones. Las fuentes consultadas confirman que el problema en Pajares no es de fondos. Es de plazos. En el estado en que se encuentra ahora la actuación, con las vías y las catenarias sin instalar, con las labores de revestimiento sin concluir y con la contención del talud inestable de Campomanes aún en marcha, resulta imposible que la Variante esté lista antes de que concluya el año. Y más teniendo en cuenta que se trata de un trazado singular plagado de túneles- el central de 25 kilómetros de longitud- que precisará de un proceso de pruebas y de homologación de varios meses.

Aunque el presupuesto programado por Fomento en las cuentas de 2016 es suficiente para acabar la actuación, fuentes consultadas en las obras aseguran que el esfuerzo inversor del Ministerio en los últimos años se ha concentrado en el AVE de Galicia, tanto con el socialista José Blanco como con Ana Pastor, en detrimento de otros tramos, entre los que está el nuevo paso de Pajares. Tal circunstancia explica, de acuerdo con estas versiones, que la Variante no haya entrado aún en servicio cuando se acaban de cumplir seis años del calado de los grandes túneles y han pasado más de cinco desde que se terminaron el resto de perforaciones.

En la actualidad, tal y como se pudo comprobar durante la visita de Pastor, el montaje de la vía está en marcha en una parte del gran túnel y los raíles llegan hasta la embocadura Sur, en Pola de Gordón, donde se calibra y nivela la vía externa. La instalación de vías y traviesas se lleva a cabo a partir de dos contratos. Uno de ellos abarca el trayecto que va desde la localidad leonesa de La Robla hasta la mitad del túnel, de 27 kilómetros de longitud, y el otro llega hasta Pola de Lena a través de un tendido de 22 kilómetros. Este último incluye el problemático tramo de El Argayón, en Campomanes, donde se trabaja para sostener un talud que amenazaba con venirse abajo y cuya contención cuesta 16,2 millones de euros. Es una partida que se suma a los 14,2 millones ya aplicados en 2011 para un drenaje de toda la zona afectada. El Adif calcula que en otoño podría arrancar la instalación de las vías en este enclave lenense.

AVE de León

Mientras los técnicos de la obra dan por descartada la apertura de la Variante en 2015, no parece que vaya a haber problemas para que el tendido del AVE Madrid-Gijón entre Valladolid y León entre en servicio el mes que viene. La llegada de la Alta Velocidad a la capital de la provincia vecina tendrá un inmediato efecto beneficioso en el servicio ferroviaria de Asturias. Los Alvias podrán utilizar la línea específica del AVE, con velocidades iniciales de 200 kilómetros por hora, lo que permitirá rebajar los tiempos de viaje en tren entre la región y Madrid en unos 50 minutos. Con la Alta Velocidad leonesa y la Variante abierta, el desplazamiento a la terminal de Chamartín será de tres horas y cuarto desde Oviedo, y se situará en el entorno de las tres horas y media para los viajeros de Gijón.

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