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ROLANDO RODRÍGUEZ | Biólogo y coautor de un estudio sobre el urogallo cantábrico

"La cría en cautividad del urogallo es inviable; estamos tirando el dinero"

"Es posible que la especie tenga un problema de endogamia y habría que importar individuos de otras poblaciones, quizá de la pirenaica"

Rolando Rodríguez, ayer en Oviedo. MIKI LÓPEZ

El plan de cría en cautividad del urogallo cantábrico es inviable. Así lo afirma el biólogo gijonés e investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido), Rolando Rodríguez, quien publicó recientemente un estudio sobre las razones del inicio del declive de la población de esta ave. El trabajo, realizado junto a otros tres expertos -dos de ellos asturianos: María José Bañuelos y Carlos Rodríguez-, revela que la caza de machos es la causa más probable del descenso de ejemplares. El biólogo sostiene que Asturias está "tirando el dinero", ya que se están haciendo "cosas sin fundamento y sin analizar sus consecuencias". "Es posible que la especie tenga un problema de endogamia. Si se confirma, habría que valorar la posibilidad de importar individuos de otras poblaciones genéticamente compatibles, quizá de la pirenaica", sostiene.

-¿Cómo llegaron a la conclusión de que la caza de machos es la causa más probable del declive poblacional del urogallo cantábrico?

-En todas las especies animales hay dos tipos de ADN: el nuclear y el mitocondrial. El primero, lo aportan los machos y las hembras, mientras que el segundo, sólo las hembras. Partiendo de esa base, comparamos la variación que los dos tipos de ADN experimentaban en muestras tomadas entre 1958 y 2009. Esto nos permitió deducir que la información genética mitocondrial había mantenido una mayor variación que la nuclear y que, por tanto, el problema estaba en los machos. Además, en el mismo período que estudiamos, había constancia de que se practicó la caza selectiva de reproductores. Aunque esta actividad se prohibió en 1978, se siguió haciendo hasta el año 2000. Todo ello se comparó con la realización de simulaciones en programas informáticos que llegan a la misma conclusión que el estudio. Aunque la investigación no es concluyente al atribuir el problema de la caza, sí establece con claridad que el declive del urogallo comenzó por la población de machos y se inició al menos a mediados del siglo pasado.

-¿Por qué decidieron estudiar el urogallo y no otra especie?

-A las personas que hicimos la investigación, nos interesa todo lo que tiene que ver con la conservación de la naturaleza. Tres de ellas somos, además, asturianos y el urogallo se trata de una de las especies más amenazadas del Principado. Pese a ello, se sabe muy poco de las razones de su declive. Y si no se sabe el porqué, difícilmente se pueden buscar soluciones.

-¿Qué opina sobre la gestión que está llevando a cabo Asturias con el urogallo?

-La gestión gira en torno al proyecto Life, el cual se basa en dos líneas. Una, la cría en cautividad y otra, el manejo del hábitat. La primera de ellas es inviable. La población del urogallo en la región se sitúa entre los 300 y 500 ejemplares, y esta cifra no es suficiente para permitir la captura de los setenta individuos que requería el programa de cría como punto de partida. Pero no vale todo; esos individuos deberían de tener poco grado de parentesco, ya que la consanguinidad reduce la producción de pollos. Además, sería necesario aportar entre tres y cinco nuevos ejemplares capturados en el campo cada año. Y eso con la población que tenemos en Asturias es muy difícil. Así que un plan de estas características, basado sólo en aves de la Cordillera Cantábrica, es inviable. Luego, hay otro problema relacionado con la cría, que es que desde los años setenta se llevan desarrollando en Europa proyectos similares a éste y ninguno de ellos han conseguido recuperar una población. En estas circunstancias, no tiene mucho sentido seguir con un programa que requiere mucho dinero y varias décadas de trabajo para ver si finalmente funciona o no. Con respecto, al manejo del hábitat, los responsables del proyecto están asumiendo que el urogallo tiene un problema de escasez de alimento y se ve afectado por la abundancia de matorral, sin tener ninguna evidencia sobre ello. Se están haciendo labores de desbroce y no conocemos las consecuencias que eso puede tener para la especie. Incluso algunos estudios dicen que de esta forma, el urogallo es más sensible ante los depredadores.

-Y si es así, ¿por qué se apuesta por ella?

-No lo sé. En septiembre del año pasado nos reunimos con los responsables de la Fundación Biodiversidad y les hicimos esta misma pregunta, pero no aportaron ninguna evidencia en favor de este tipo de actuaciones. Ellos dicen que ante el declive de la especie, hay que actuar. El problema es que no se puede actuar si no se sabe sobre qué factores hay que hacerlo.

-¿Cómo puede recuperar Asturias la población?

-Nuestros resultados apuntan a que el urogallo sufrió un problema de endogamia. Sería necesario evaluar esta cuestión en profundidad y de confirmarse, habría que plantear de forma urgente la importación de aves de alguna población compatible. El urogallo cantábrico es genéticamente un grupo diferente al que hay en otras partes del mundo. Si se introducen aves de diferentes características, se acabaría con la especie. A priori, la población más compatible sería la pirenaica, que contiene aves de tipo europeo y cantábrico. No obstante, habría que valorarlo.

-¿Cree que el Principado está haciendo un mayor esfuerzo por recuperar el oso pardo que el urogallo?

-Más allá de evitar su caza y proteger las zonas en las que vive, el oso probablemente es menos sensible a la adaptación de medidas de manejo que se toman desde la Administración que el urogallo. Los plantígrados dependen sobre todo de su capacidad para reproducirse y no tienen el problema de los depredadores. En el urogallo se está invirtiendo mucho dinero -en los últimos diez años unos diez millones- y se podría decir que es dinero tirado. Las cosas se han hecho sin fundamento. Se necesita menos dinero, pero decisiones políticas centradas en la conservación.

-Si la región sigue en esta línea, ¿qué puede pasar con el urogallo?

-Si existe de verdad un problema de endogamia y no se toman medidas acertadas, lo más probable es que la población desaparezca.

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