La Autovía del Suroccidente se mueve de nuevo. Lentamente, la empresa adjudicataria de la obra, abandonada prácticamente desde 2010, ha reanudado la actividad en el entorno de Cornellana. Desbrozando e instalando casetas de obra, descargando material e iniciando los trámites administrativos para alquilar en la localidad salense una parcela donde se instalarán oficinas y locales de apoyo para los trabajadores, la compañía Acciona acomete las tareas previas al propósito de reanudar la construcción en septiembre. La empresa se ha dirigido asimismo al Ayuntamiento de Salas para solicitar el corte hasta 2017 de la carretera que lleva desde la vega del Narcea al barrio de El Campillo, en el contorno del Monasterio de Cornellana, cuestión ésta ante la que el consistorio valorará la posibilidad de negociar que las interrupciones del tráfico sean sólo puntuales, dado que podrían afectar a la comunicación de algunas poblaciones de la zona.
La empresa necesita utilizar esa carretera como vía de acceso a la zona vecina del río donde los pilares sin plataforma de lo que algún día debe ser un gran viaducto llevan unos años ejerciendo como emblema del absoluto abandono de esta obra. En la base de alguno de ellos, que ya ha sido desbrozada de la maleza crecida en años de descuido, ya vuelven a estar asentadas algunas casetas y acopiado el material para volver a adosar andamios a las pilastras.
Mientras tanto, la empresa ha solicitado también la licencia para acondicionar una parcela en Cornellana donde tiene previsto disponer oficinas y vestuarios y una subcontrata ha arrendado al menos un piso en la localidad salense. El color vuelve de este modo al arranque del tramo pendiente, que va de Doriga a Salas y que está ejecutado al 40 por ciento, sin que a nadie se le escape la coincidencia del movimiento con las vísperas de la campaña de las próximas elecciones generales.
La obra de la Autovía del Suroccidente en Cornellana es ésta en la que, a fuerza de dejadez, hasta un eucalipto de buen tamaño ha crecido dentro de la estructura de arranque del puente. Los trabajos han permanecido detenidos desde los primeros recortes presupuestarios aplicados por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, en 2010, sin que se moviera una hoja hasta ahora pese a que la carretera contaba con una consignación de 11,2 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado para este año. En el proyecto para el próximo ejercicio, la reanudación de la tarea en el tramo Doriga-Cornellana, de 2,4 kilómetros, tiene una dotación de 6,9 millones de euros, mientras que para el trayecto entre Cornellana y Salas hay previstos 6,8 millones. El resto del trabajo pendiente, la segunda calzada entre Salas y La Espina, paralizada también hace cinco años, cuenta con una partida de un millón de euros.
