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La nueva economía rural Las cooperativas (4)

La alternativa roja del campo

Jesús Martínez, que creó con cinco socios Principado Berries, ejemplifica la reconversión de un ganadero de leche en agricultor productor de arándanos

Jesús Martínez empezó en la ganadería por vocación. Su pasión eran las vacas y durante un buen puñado de años vivió de la venta de leche en Vegadeo. Sin embargo, esa época dorada se agotó. "Empecé a ver que el sector ya no era rentable y decidí darle un giro a la explotación y plantar arándanos", cuenta. Fue así cómo Martínez se subió al carro de los frutos rojos, en la actualidad su medio de vida. "Sigo teniendo alguna vaca, pero muy pocas. Ya no me dedico a ello", dice este ganadero reconvertido en agricultor. Su historia sirve para poner cara a una alternativa de negocio en el campo, con gran progresión en Asturias. Jesús Martínez integra, junto a otros cinco socios del centro y occidente de la región, la cooperativa Principado Berries, con sede en el polígono de Salcedo (Pravia).

"La idea de unirse surgió hace dos años de la necesidad de minimizar costes y, sobre todo, de comercializar el producto. Uno solo no puede, ya que los distribuidores te exigen unas cantidades mínimas y de forma constante", explica el presidente de la cooperativa, Fernando García. La organización cuenta hoy con veintidós colaboradores, que junto con los seis fundadores producen al año 70 toneladas de arándano. El objetivo es llegar a las 150 en cuatro años.

Aunque el rey absoluto en Pravia es el arándano, de las plantaciones de la cooperativa también salen kiwis, fresas, moras, frambuesas y una línea de frutos ecológicos. "La demanda de este tipo de producto va poco a poco aumentando. Nosotros apostamos por lo ecológico porque creemos que es una forma de diferenciarnos. Ahora mismo, los asturianos sólo piensan en consumir arándano, pero dentro de unos años buscarán un fruto con características especiales", comenta Fernando García, pionero en el sector.

Los frutos del bosque experimentaron hace siete años un auténtico "boom" en España. A consecuencia de esa revolución, los arándanos pasaron de ser un producto totalmente desconocido por el consumidor a ser un fruto de lo más apreciado. "Es antioxidante, antiinflamatorio y ayuda a la protección de la visión, evita el cáncer, reduce la glucemia y ralentiza enfermedades como el Alzhéimer y el Parkison. Es un súper producto y eso la gente lo valora", explica Jesús Martínez. Aun así, los integrantes de Principado Berries creen que habría que hacer una mayor labor de promoción. "Hay asturianos que sólo conocen el arándano por las mermeladas, y eso es muy triste, ya que en nuestro caso sólo se transforma el fruto cuando hay que aprovechar partidas que no pueden salir a la venta", sostiene el presidente del colectivo.

Por el momento, Principado Berries se centra únicamente en el mercado nacional, y apuesta más por la calidad que por la cantidad. "Al lado de las grandes multinacionales, somos un grano de arena, por eso no nos podemos permitir producir cualquier tipo de arándano", sostiene Fernando García. Por suerte, en Asturias, los frutos rojos se dan con facilidad, ya que lo que necesitan para su maduración son suelos ácidos y un clima poco caluroso, condiciones que cumple la región. Sin embargo, producir arándanos no es tan fácil como parece. "Sólo es rentable si dispones de al menos tres hectáreas de finca y los beneficios no llegan hasta el cuarto año", asegura Fernando García. Por eso, los responsables de Principado Berries aconsejan a los agricultores con interés en emprender en el sector, tener los pies en la tierra. "Hubo un tiempo en el que todo se vio color de rosa y la gente se lanzó a plantar frutos rojos sin conocer bien el sector", lamenta García, que insiste en importancia de la formación.

"Hay que profesionalizarse al máximo", afirma García, que invita a los jóvenes con carrera, que no tienen trabajo, a unirse a la alternativa roja del campo.

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