Las aguas están revueltas en los puertos asturianos. La Estrategia Integrada de Gestión Portuaria Litoral del Principado (EIGPLA), que prevé realizar obras en trece de los veinticuatro muelles que conforman el sistema autonómico, indigna a los pescadores. Según denuncian, el Gobierno no consultó en ningún momento con el sector los cambios planteados en el documento ni tuvo en cuenta sus peticiones. "Con nosotros nadie se puso en contacto; se sacaron el plan de la manga", protesta el patrón mayor de la cofradía de Tapia de Casariego, Rodrigo Maseda, que no está de acuerdo "con nada" de lo propuesto en la estrategia. Maseda y el resto de pescadores de la región trasladarán hoy a los directores generales de Infraestructuras y Transportes, José María Pertierra, y de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Juan José Fernández Pereiro, su malestar durante el desarrollo de una reunión en Oviedo.
El encuentro servirá también para que el Principado explique con detalle "qué es lo que quiere hacer en los puertos, porque todavía no tenemos mucha idea", como reconoce el presidente de la Federación de Cofradías de Asturias, Dimas García. Pese a que el plan -102 millones de euros- ya fue aprobado de forma inicial el 11 de mayo por el Pleno de Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio y publicado en el BOPA el 1 de julio, muchos pescadores desconocen los planes que el Gobierno autonómico tiene para sus muelles. Los profesionales culpan a sus responsables de no haberles facilitado información sobre la estrategia y que la reunión llegue una vez finalizado el período de alegaciones. "Siempre empiezan la casa por el tejado", protesta el patrón mayor de Luanco, José Luis Gutiérrez, que asegura no tener "ni idea" de lo proyectado para la capital de Gozón.
En Cudillero también reina el desconocimiento. El patrón mayor Salvador Fernández dice "no saber nada" sobre las mejoras que se prevén realizar en el concejo: aumentar el espaldón de los diques y construir un muro de gravedad. "Nosotros lo que pedimos es adecuar la zona del muelle que está compuesta por piedras. Porque a estas alturas Cudillero todavía tiene un puerto inacabado. Es normal que el dique rompa con los temporales, ya que no hay mantenimiento de ningún tipo", se queja Fernández. Por su parte, el patrón de Bustio, Jesús Peñil, cree que ya "era hora de que invirtiesen algo" en Ribadedeva. "Llevan casi diez años sin tocar el muelle y hace falta dragarlo y encauzar el Cano del Mazu con la ría de Tina Mayor", explica.
A priori, en Puerto de Vega y en Figueras, los pescadores están "contentos" con las mejoras que propone el Gobierno del Principado. "Lo que queríamos es que se diese más seguridad al puerto con la construcción de un dique y parece que eso lo recoge el plan", expresa Adolfo García, patrón mayor de la Cofradía Nuestra Señora del Atalaya de Puerto de Vega. Sin embargo, no sucede lo mismo en Viavélez (El Franco), Luarca, Candás (Carreño), Ribadesella y Tapia de Casariego. "Nada de lo que se propone responde a nuestra necesidades. Llevamos años exigiendo algo tan fácil como construir una escollera exterior con más amarres. Tenemos un puerto del siglo pasado", denuncia Rodrigo Maseda.
En San Esteban de Pravia, donde no hay cofradía de pescadores, son los responsables del Club Náutico los que muestran su descontento con la estrategia portuaria. "Lo que se plantea es prolongar el dique Este, pero eso beneficia más a San Juan de la Arena que a San Esteban. En la margen izquierda del río, que es lo que nos afecta a nosotros, no hay ninguna inversión", lamenta el presidente del club deportivo Javier Fernández. Y eso a pesar de que la lista de espera para alquilar pantalanes no para de crecer. "Lo que reclamamos es una zona de varada con grúa y más amarres. Esas dos cosas son indispensables si queremos mantener el turismo náutico", opina Fernández.
Al auge de este turismo se refiere el presidente de la Federación de Asociaciones de Puertos, Pesca y Náutica Deportiva de Asturias (Fappynde), Daniel Fernández. A falta de hacer un análisis exhaustivo del plan de puertos, opina que las obras, "en general, son buenas". "Dado que la flota pesquera está bajando, es positivo que se aprovechen los espacios fomentando el turismo de mar", dice Fernández, quien matiza que las obras tienen que "intentar respetar el entorno".
