El comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, no es partidario de subir el precio de intervención de la leche, como ha pedido el Gobierno español, porque "podría perjudicar la competitividad del sector lácteo de la UE" y retrasaría el ajuste de la oferta. Hogan, no obstante, ha confirmado que preparan la ampliación de las ayudas de intervención pública y al almacenamiento privado para "aliviar la actual presión" en el mercado, más allá del 30 de septiembre cuando expiran ambas ayudas. El precio de intervención es aquel que obliga al Ministerio de Agricultura a actuar comprando y almacenando leche para su posterior venta, de forma que se eviten perturbaciones de mercado.

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, tiene previsto reunirse con Phil Hogan, el próximo lunes en Bruselas para analizar la crisis de precios de la leche, que ya está movilizando a los ganaderos españoles. Abordarán la petición española para subir el precio de intervención a fin de "equilibrar la oferta y la demanda", según indicó Tejerina.

La propuesta española ayer ya chocó con los recelos de la UE. Fuentes comunitarias dicen que un aumento del precio de intervención "llevaría tiempo" porque habría que modificar la legislación. "La medida no llegaría a tiempo para beneficiar a los productores", añadieron.

En su búsqueda de soluciones para el sector, la titular del ramo ha reiterado en varias ocasiones que el Gobierno no puede fijar un precio mínimo para la leche porque es contrario a las normas europeas de competencia y ha anunciado una ayuda directa de 300 euros por vaca para aquellas explotaciones que estén vendiendo leche por debajo de la rentabilidad. Esta ayuda beneficiará a entre 2.500 y 3.000 explotaciones.

Los ganaderos españoles se han puesto en pie de guerra. A la "marcha blanca" iniciada el lunes en Castilla y León se sumó ayer Galicia con una movilización en Sarria (Lugo).