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El colectivo de usuarios plantea el cierre del 19% de las estaciones de cercanías

El colectivo de usuarios "Asturias al tren" también aboga por la generalización de los convoyes semidirectos, para que los tiempos de viaje sean competitivos. "De media, en las cercanías hay una parada cada dos kilómetros y así es imposible lograr un servicio atractivo", dice Carlos García Alcalde, presidente de un colectivo de viajeros que en los próximos días planteará a Fomento un plan que conlleva el cierre del 19% de las estaciones de la red asturiana, donde, según apunta, "no se llega a 15 pasajeros al día". Sería casi una de cada cinco. Además, defiende que la parada pase a ser facultativa en otro 18% de terminales. En ellas, afirma, "el número de viajeros no pasa de 25".

"Una de las estaciones que proponemos suprimir es la de Ceceda, en Nava, porque tiene a menos de un kilómetro la de Carancos, en doble vía, y casi al lado una parada del autobús", explica García Alcalde. El colectivo de usuarios también plantea cerrar el apeadero piloñés de Pintueles, ya que "está a casi cuatro kilómetros del pueblo y no lo usa prácticamente nadie". Todas las clausuras de terminales ferroviarias que pide "Asturias al tren" afectan a la red de ancho métrico, salvo la de Peña Rubia, en la línea de Renfe Oviedo-El Entrego.

"No pasa nada"

"No ocurre nada por cerrar estaciones en las que no hay actividad", añade Carlos García, quien recuerda que "en 2009 ya se dejó sin servicio el tramo de vía estrecha entre Parteayer y Trubia". En un primer momento, "Asturias al tren" había planteado la supresión de las paradas de Fuente Santa, en la línea Oviedo-Infiesto; de Florida y Xixún, en la de Gijón a Laviana, y de Centro de Transportes y Cristalería, en el corredor que va de Gijón a Cudillero.

Otra de las reivindicaciones de la agrupación de usuarios es la supresión del transbordo de El Berrón para la conexión entre Gijón y Pola de Siero, que sigue activo pese a que desde hace años está instalado un "by-pass" que permite las circulaciones directas entre la ciudad más populosa de Asturias y su cuarto concejo más poblado. Los viajeros pierden, de media, unos 18 minutos en cambiar de tren. "Es inconcebible que Renfe no acabe con una situación tercermundista que le impide ganar viajeros en una relación con potencial", señala Carlos García.

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