La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Rodicio: "El coste de la vida no ha dejado de subir en los últimos años"

El langreano, directivo de una empresa electrónica, ve bien la devaluación del yuan

Javier Rodicio con su hijo, en Shenzhen.

El langreano Javier Rodicio, de 34 años, lleva viviendo de forma intermitentemente en Shenzhen desde el año 2010. Es director del departamento internacional de una empresa china de productos electrónicos de última generación que ha festejado las últimas devaluaciones de la moneda.

"El cambio estaba cada vez más desfavorable y ahora será algo más fácil introducirnos en otros países de forma competitiva. La devaluación del yuan ha alegrado a todos aquí, pero ya veremos si es suficiente", señala Javier Rodicio, que frecuentemente regresa a Oviedo, ciudad a la que considera como su segundo hogar.

"Llevo en China desde el año 2010 y aquí el coste de la vida no ha dejado de subir a toda velocidad. Los sueldos también han subido, pero a un ritmo más lento", apunta el langreano, que añade que "la gente comienza a hipotecarse y a utilizar tarjetas de crédito que parece que conceden cada vez con más facilidad".

Javier Rodicio, que está casado con una china y tiene un hijo, duda que el país en el que trabaja pueda mantener su ritmo de crecimiento.

"China es la fábrica del mundo por su mano de obra barata, pero algunas fábricas están derivando producción a otros países donde incluso es más barata. Aunque los sueldos mínimos dejen de ser tan penosos, el mercado interno no podrá compensar la pérdida de producción", pronostica Javier Rodicio, que no ve, sin embargo, a los ciudadanos chinos más preocupados de lo habitual por la situación económica.

"China es un país enorme donde cada uno parece preocuparse por lo suyo, en lo que sí me he fijado es que cada vez hay más personas que hacen inversiones en Bolsa. Eso sí, todos los que conozco solo consiguen perder dinero".

Compartir el artículo

stats