La ministra de Fomento, Ana Pastor, se ha comprometido a reactivar el año que viene los tramos pendientes de la Autovía del Duero entre Zamora y Bragança (Portugal). Se trata de una alternativa a la Autovía del Cantábrico (A-8) para conducir de Asturias al norte del país vecino por vías de alta capacidad, desde que hace pocos meses quedó completada la Autovía de la Ruta de la Plata (A-66) con la apertura del trazado desde Benavente a la capital zamorana.

La tramitación administrativa de la autovía Zamora-Portugal, que surge del desdoblamiento de la carretera N-122, donde en agosto fallecieron tres menores en un brutal accidente de tráfico, permanece detenida desde que en 2009 se encargara la redacción de los proyectos. La previsión en aquel entonces pasaba por invertir 251 millones de euros en una vía de 71, 8 kilómetros de longitud, cuyas obras podrían licitarse ahora en 2016, según acaba de anunciar Ana Pastor.

Mientras la actuación sumaba un lustro paralizada en la vertiente española, las obras en el lado portugués han ido avanzando a buen ritmo. Así , por ejemplo, este año entraba en servicio el puente internacional de Quintanilha, mientras que entre Oporto y Bragança solo quedan por reconvertir en autovía alrededor de 40 kilómetros.

La intensidad media diaria de tráfico en el tramo de la N-122 que permanece sin desdoblar entre Zamora y Portugal no es demasiado alta. Ronda los dos mil vehículos, aunque con picos muy elevados en periodos vacacionales, ya que se trata de una ruta muy utilizada por emigrantes lusos en Europa que regresan a su país para descansar. En lo que va de año, contando a los tres menores fallecidos en agosto, esta carretera se ha cobrado siete víctimas mortales. En 2000 hubo ocho fallecidos en un solo percance.

El PP de Zamora asegura que la construcción de la autovía "sigue siendo una prioridad" y, por ello, sus responsables aseguran que centrarán sus esfuerzos a partir de ahora en que el Ministerio de Fomento inicie con la mayor celeridad posible el proyecto.

La reconversión de la antigua N-122 en una vía de alta capacidad es el principal reto que tiene pendiente la provincia de Zamora en materia de carreteras.