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La nueva economía rural Las cooperativas (4)

Gijón es fiel a La Cooperativa

La unión campesina más antigua de Asturias, con 109 años, considera que con el final de las cuotas lácteas la agricultura gana enteros como alternativa

Gijón es fiel a La Cooperativa

Una búsqueda en internet con la palabra clave "supermercados" da como resultado en Gijón nada menos que 65 tiendas. Con este volumen de establecimientos, ¿por qué un vecino prefiere desplazarse a las afueras de la ciudad en vez de hacer la compra al lado de casa? La respuesta está en que ese "súper", que atrae a diario a cientos de personas, no es un centro comercial cualquiera, sino la Cooperativa de Agricultores de Gijón, una entidad con más de un siglo de historia y un ejemplo de unión en el campo asturiano. "Hemos tenido la suerte de contar con socios que creen en nuestro proyecto de verdad. Tenemos un hombre mayor de La Camocha que pese a sus limitaciones físicas sigue viniendo todas las semanas. Ese hombre está convencido, al igual que yo, que sin la cooperación no habría mundo y todo sería destrucción, y que con unión se pueden hacer muchas más cosas que si cada uno va por su lado", razona Paloma Alonso, directora de la entidad.

Una entidad que ni la crisis económica ha podido tumbar y que sigue con las mismas ansias de trabajar a favor de los agricultores y ganaderos de la región que el primer día: el 10 de abril de 1906. Desde entonces, La Cooperativa -como es popularmente conocida- ha vivido sus momentos de gloria y también de declive. El más reciente en 2003. Paloma Alonso reconoce que la organización salió "tocada" de la unión que seis años atrás había sellado con Central Lechera Asturiana para la creación de ASA, una sociedad dedicada a la fabricación de piensos. Pero la Cooperativa de Agricultores de Gijón salió reforzada de ese duro golpe. "Pensamos en darle un giro a la empresa y diseñamos un plan de diversificación, pensando sobre todo en los jóvenes y en ofrecerles alternativas diferentes a la ganadería de leche y de carne, que es una profesión demasiado atada. Yo creo que el campo tiene mucho más que vacas y con el fin de las cuotas lácteas es interesante poner la mirada en la agricultura", expresa Alonso.

Esas alternativas adquirieron a finales de los años noventa forma de sociedades. Una de las más importantes es Asturian Berries, dedicada a la producción de arándanos en una finca de 17 hectáreas en Villaviciosa. "Nació con el objetivo de abrir la puerta de los frutos rojos en Asturias y de garantizar su comercialización. Hoy, diez años después de su puesta en marcha, estamos muy orgullosos del resultado", cuenta Paloma Alonso. De hecho, el proyecto da empleo en verano a unos ochenta productores y el resto de meses a siete. Por su parte, en el centro comercial de Roces trabajan 64 personas. "Si algo ha demostrado esta crisis es que con unión se sale adelante. Nosotros no tuvimos que hacer despidos ni abrir expediente de regulación de empleo", sostiene Alonso.

En su afán por encontrar otras alternativas en el campo, La Cooperativa apuesta de forma especial en los últimos años por la jardinería. De hecho, cuenta una sociedad, Jarpa, que se encarga de cuidar los campos de fútbol del Molinón y de Mareo entre otros. "En Asturias hace falta tener una cultura de la jardinería, que en otras comunidades autónomas sí que existe. Si todos nos ocupamos de tener bien atendidas nuestras fincas al final estamos contribuyendo a que el paisaje del Principado sea mejor", opina Alonso. De cuidar ese paisaje se ocuparon siempre los ganaderos, ahora, a juicio de La Cooperativa, le toca al vecino poner su granito de arena.

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