Un padre y un hijo, J. M. M, y J. M. M., de 57 y 37 años, respectivamente, resultaron ayer heridos tras ser alcanzados por la onda expansiva de un rayo en la localidad langreana de El Andaruxu. Los hechos ocurrieron alrededor de las 19.15 horas, cuando estaban trabajando en una finca a pocos metros del pueblo. Ambos se encuentran ingresados en el Hospital Valle del Nalón, donde están en observación.

Belarmino Montes y Yoli Ceñal, también vecinos de El Andaruxu, fueron testigos de lo ocurrido. Esta pareja se encontraba recogiendo manzana cuando empezó a llover. "Nos metimos en el coche y escuchamos un primer rayo a lo lejos, pero lo peor ocurrió con el segundo, que retumbó hasta el coche", explicaba ayer Montes. Después subieron hasta la casa y se encontraron al padre, que cojeaba de un pie. "Cayó un rayo aquí abajo y tengo al guaje tirao en el prao", les explicó el hombre, que estaba intentando acceder a su vivienda para llamar al 112. Tras avisar al servicio de emergencias y cuando regresaron al prado, ya había bajado otro vecino con una manta para cubrir al otro herido que yacía en el suelo. "El chaval estaba peor porque estaba más mojado que su padre", apuntó Ceñal, destacando que "al final recuperó la consciencia, aunque decía que no sentía un pie".

No es el primer rayo que cae en esta localidad de poco más de una treintena de vecinos. "Caen muchas veces, la verdad que no sé por qué ocurre, quizá porque hay unos robles muy altos que atraen a los rayos", especulaba Belarmino Montes, asegurando que "nunca habían cogido a nadie hasta ahora". Sólo recordaba una vez, hace unos treinta años, "cuando entró una chispa por el cable de alta tensión y se metió en las viviendas, reventó todos los teléfonos y hubo que cambiar la instalación, pero nunca hirió a nadie, hasta ahora".