Mientras el consejero de Educación daba explicaciones, más de doscientos profesores interinos habían acudido a las puertas de la Consejería, en Oviedo, para mostrar su indignación por la avería informática que retrasó la publicación de las listas de destinos durante más de doce horas. La lista fue colgada del portal Educastur a eso de las tres de la madrugada, mucho tiempo después de que, a última hora de la tarde de anteayer, el Principado asumiera el colapso y eximiera -obviamente- a los profesores de la obligación de incorporarse ayer a sus puestos (fantasmas) de trabajo.

Convocatoria de urgencia y comparecencia del Consejero. Para empezar, abierta petición de disculpas por lo sucedido. "Nos hacemos cargo de la incertidumbre que vivieron muchas personas". En segundo lugar, una declaración de intenciones: "Que no vuelva a suceder". En tercer término, un adelanto de estrategia futura: "Hay que aumentar la dotación de personal informático, y en ese sentido vamos a pedir una reunión con el consejero de Empleo, Industria y Turismo, y habrá que ver si tenemos que mejorar el software" de una herramienta que genera problemas recurrentes en Educación. Genaro Alonso también cree que "nosotros también necesitamos más personal informático".

La mención al consejero de Empleo y Economía, Francisco Blanco, tiene que ver con el hecho de que la gestión informática está centrada en un "órgano responsable", que es la Dirección General TIC, en manos de técnicos de esa Consejería.

En la calle, los interinos hacían cola para sustanciar reclamaciones individuales ante la Consejería y participaban en una concentración que había sido promovida horas antes desde las redes sociales. Una pancarta de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) decía: "Nun somos interinex de usar y tirar". La delegada de esta sección sindical en la Junta de Personal Docente, Herminia González, expresaba un sentir que, en mayor o menor grado, suscribía todo el mundo: "Esto ha sido un desastre y cada año empeora; un desaguisado por mala planificación".

FETE-UGT fue tajante: "Esto no se puede volver a repetir y así se lo hicimos ver a la Consejería", aseguró la portavoz de este sindicato, Maximina Fernández.

A golpe de sartén y ruido de silbatos los interinos aprovechaban para intercambiar noticias: "Me tocó Tineo", "me voy para Llanes", "yo me quedé en puertas, a ver la próxima llamada"... Se repartieron 2.514 plazas, faltan las de los Conservatorios (para mediados de este mes) y, según apuntan algunos sindicatos, salieron menos plazas de Asturiano de las que se van a necesitar.

La Consejería informó de que se había activado un protocolo de urgencias para que "ningún alumno de Secundaria sufriera indefensión" ante la posibilidad de que ayer tuviera examen y a la prueba no se presentara el profesor interino correspondiente. "Había que buscar un profesor alternativo o trasladar el examen a otra fecha" explicó el Consejero, quien matizó que "se trata de muy pocos casos", aunque en la rueda de prensa no fueron cuantificados.

Educación colgó de su página web el aviso de que "el personal de Secundaria, FP y Enseñanzas de Régimen Especial que haya estado prestando servicios hasta el 30 de junio de 2015 en otro centro diferente al que le sea adjudicado para el curso 2015-2016 deberá acudir al primero por tiempo imprescindible hasta que concluyan las actividades previstas para la finalización del curso, entre ellas la evaluación del alumnado". Resolución con fecha de ayer, 1 de septiembre.

Alonso no concretó las razones por las que la herramienta informática se vino abajo con estrépito. "Es un procedimiento complejo, pero hay que recordar que no hubo obstáculos graves en el proceso anterior de petición de destinos", entre los pasados días 25 y 27 de agosto. El Consejero reconoció que "el problema se tardó en detectar".

Sobre la mesa, un clamor: que el proceso incluya más días para peticiones, que haya posibilidad de que la lista definitiva de plazas sea revisada por los interesados antes de su publicación y que haya adjudicación provisional de destinos para permitir un plazo, aunque mínimo, de reclamaciones antes de la publicación de la lista definitiva. Están en juego miles de puestos de trabajo.