Lucha de tronos en la Junta General. La legislatura arranca conforme al guión previsto: máxima fragmentación y alianzas contra natura que llevan camino de repetirse más de una vez en los próximos meses. La primera reunión de la Mesa de la Junta supuso también la primera pelea, en esta ocasión con los impuestos de hidrocarburos y sucesiones como pretexto. El PP quería debatir en el Pleno de la Junta General la supresión del tramo autonómico del impuesto especial de hidrocarburos, la nueva acepción del "céntimo sanitario" anulado por Europa, y también aspiraba a un recorte sustancial en el impuesto de sucesiones. El Gobierno regional ejerció su derecho de veto, con el argumento de que esas medidas costarían 63 millones, una cantidad que ya está en los presupuestos de este año. La cuestión llegó a la primera Mesa de la Junta del curso político.

El PP asturiano tiene en la rebaja de impuestos una de sus banderas de enganche y pretende que el Principado elimine el impuesto de hidrocarburos. "Asturias mantiene los tipos más altos, 4 y 4,8 céntimos más por litro de gasolina o gasóleo, un auténtico atraco para los asturianos", reiteraba ayer la diputada Emma Ramos tras una reunión con la asociación asturiana de vendedores al por menor de carburantes y combustibles. Además de la supresión de ese impuesto, los populares también querían tratar otra propuesta para la modificación del impuesto de Sucesiones.

Informe del Letrado

El Gobierno regional ejerció su derecho de veto a la doble iniciativa del PP en política fiscal con el argumento del impacto económico que tendría en las cuentas regionales tocar ahora ambos impuestos: más de 35 millones de horas en el caso de sucesiones y y 28 millones la supresión de la tarifa autonómica del impuesto especial sobre hidrocarburos. En total, 63 millones de euros menos de ingresos para las arcas regionales.

La negativa del Ejecutivo socialista a la iniciativa fiscal de los populares llega a la Mesa de la Junta y motiva el consiguiente informe de los servicios jurídicos de la Cámara, que tras hacer un repaso a los precedentes y jurisprudencia del Constitucional, concluye que la postura de Gobierno regional tiene base. "No cabe, a nuestro entender, calificarla de manifiestamente infundada en ninguno de los dos casos, por lo que procede que la Mesa dé por terminados los procedimientos parlamentarios para las proposiciones de ley", recoge el informe del Letrado de la Junta.

En ese contexto, Podemos respalda en la Mesa de la Junta la pretensión del PP de que al menos el asunto se trámite y se debata en la Cámara autonómica. No queda otra que someter el asunto a votación y tanto IU como Ciudadanos deciden alinearse con el PSOE, representado por el presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, para rechazar que la propuesta sobre materia fiscal llegue al Pleno y, de paso, para tumbar la primera alianza del curso político entre el PP y Podemos.

Críticas de Lastra

"Las alianzas no se pueden establecer para incumplir la ley. Aquí no cabe la idea ingenua de que se puede actuar con independencia de lo que diga la ley. Con esa posición, se convierten en dos partidos antisistema y atentan contra la normalidad de las reglas", criticó el portavoz socialista, Fernando Lastra, sobre el desarrollo y desenlace de la primera Mesa de la Junta del curso. "El PP ha encontrado un gran aliado en Podemos. Ambos grupos han votado juntos intentado contradecir el criterio de los servicios jurídicos del parlamento. Menos mal que otras fuerzas parlamentarias han demostrado racionalidad", subrayó el diputado del PSOE.

Finalmente la supresión de esos impuestos no se debatirá, al menos en este período de sesiones. El Grupo Popular tendrá que esperar al debate presupuestario para volver a tirar de su manual de estilo en lo que a impuestos se refiere y volver a sacar a colación la supresión del impuesto de hidrocarburos y del relativo a sucesiones.