El deporte humaniza, dicen. El deporte fomenta el compañerismo y otros valores ligados al juego limpio, aseguran. El deporte modela el carácter para bien, proclaman. No se lo crean. Lo dice alguien que entiende mucho de deporte y de educación a la vez, el catedrático del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo José Antonio Cecchini Estrada, al que le tocó ayer el privilegio de leer la lección inaugural del curso universitario 2015-16.

No es que lo diga Cecchini a modo de ocurrencia o elucubración. Es que numerosos estudios internacionales desde los años ochenta desmontan los tópicos. "Los resultados de estas investigaciones permiten hacer dos importantes afirmaciones. La primera es que la práctica del deporte, tal y como en la actualidad se está implementando, no desarrolla valores; y la segunda es que incluso, bajo determinadas circunstancias, los resultados pueden ser justamente los contrarios", afirmó el catedrático.

El contexto cuenta

La teoría es que una extensa participación en deportes, sobre todo de contacto medio y alto -ahí se puede incluir el fútbol, pero también el baloncesto y el balonmano, por citar tres de amplio práctica en España-, "puede tener efectos perjudiciales en el razonamiento moral y las conductas agresivas", sobre todo si la "variable contexto" (el entrenador, los padres, los compañeros de juego y espectadores, los medios de comunicación...) no colabora o colabora negativamente, como ocurre con demasiada frecuencia.

Así que la idea de que el deporte desarrolla la deportividad, y que esa deportividad se transfiere automáticamente a otros ámbitos de la vida cotidiana, sirve para edulcorar la teoría del movimiento olímpico pero no necesariamente para un equipo de fútbol alevín asturiano, por poner un caso.

"La creencia de que la práctica del deporte sin más permite aprender a cooperar con los compañeros de equipo, a negociar y dar solución a conflictos morales, a desarrollar el autocontrol, la constancia y la justicia, no es sostenible hoy en día", afirmó el conferenciante.

José Antonio Cecchini Estrada reclama "políticas educativas que enseñen a practicar y a consumir deporte" y una formación específica para los educadores/entrenadores "con estrategias adecuadas para intervenir satisfactoriamente en la formación en valores a través del deporte". Una singularidad formativa ésta que no se incluye en la mayoría de las facultades de formación del profesorado.