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FRANCISCO DEL BUSTO DE PRADO | Consejero de Sanidad del Principado

"Pagaremos horas extra para bajar la lista de espera si están motivadas"

"El personal desanimado es minoritario: quizás esté en el sitio equivocado y haya que cambiarlo"

Francisco del Busto, el pasado jueves, en su despacho de la Consejería de Sanidad, en el Calatrava. LUISMA MURIAS

Después de dos consejeros socialistas con fama de combativos, a la Consejería de Sanidad del Principado llega Francisco del Busto de Prado, un médico con etiqueta de hombre pacífico y pacificador. Con la veteranía que dan 62 años casi cumplidos, el doctor Del Busto acomete la compleja tarea de gestionar un sistema sanitario que emplea a unos 15.000 profesionales y que en el momento actual se muestra aquejado, al menos en algunos de sus estratos, de dos males vinculados entre sí: conflictividad y desmotivación.

-Pregunta obligada. ¿Cómo valora la "herencia" recibida?

-Bien. Entiendo que todos los gestores que han pasado por la sanidad han intentado dar lo mejor de sí mismos. La herencia es positiva, aunque todos sabemos que la legislatura anterior fue complicada. No sólo por la huelga sanitaria, sino también por el gran reto que ha supuesto, en esta crisis brutal, abrir dos grandes hospitales. Ha sido una etapa difícil y a la vez ilusionante.

-¿Y esta legislatura será más difícil o más sencilla?

-Creo que son todas iguales. Depende de lo que hagamos y de cómo lo hagamos. Seguimos teniendo el reto de sostener una sanidad pública, universal... Estoy seguro de que esta legislatura también va a ser complicada.

-Lo primero que hizo después de tomar posesión fue invocar el diálogo y recibir a los sindicatos.

-He hecho algunas cosas más. He recibido a otros colectivos y personas. Pero sí entendía que los sindicatos que están en la mesa general merecían que el Consejero se reuniera con ellos y les trasladara su intención de dialogar y recibir propuestas.

-La premura de estos gestos parece indicar, según algunos, que hasta ahora había escaseado el diálogo.

-No. Nadie me va oír ni ahora ni durante el tiempo que esté de Consejero ni posteriormente, decir nada con respecto al gran reto que han tenido las Consejerías anteriores. No sólo porque no voy a decirlo, sino porque tampoco lo pienso. La Consejería que me ha precedido ha conseguido grandísimos logros. Faustino Blanco va a pasar a la historia de Asturias como el Consejero que ha abierto dos hospitales, y que ha salido de una huelga con unos resultados que han ido mejorando paulatinamente. Además, fui gerente del área sanitaria de Langreo y tengo que agradecer al equipo anterior la confianza absoluta que me dispensaron. Hubo diálogo, y un diálogo intenso. Y en ésta legislatura también va a haberlo.

-Algunos han visto su nombramiento como un intento de volver a la línea conciliadora después de dos consejeros "duros", como Ramón Quirós y Faustino Blanco.

-El Presidente que me ha elegido para Consejero conoce mi forma de trabajar. En octubre cumpliré 62 años. En los puestos que he desempeñado mi forma de trabajar siempre ha sido escuchar, hablar, recibir mensajes y, a partir de ahí, tomar decisiones. Si hay acuerdo, maravilloso; y, si no, explico por qué he tomado una decisión distinta. Huelga esa distinción entre duros y no duros.

-¿Cree que tendrá que dar muchos noes?

-Seguro, segurísimo. Ojalá todo fueran síes. Pero esto es un problema de gestión pura y dura.

-¿Prevé un aumento del presupuesto?

-Habrá que esperar. Esa pregunta debe hacérsela a la consejera de Hacienda.

-Ya se la habrá hecho usted.

-No, todavía no. Empezaremos estos días.

-¿Cómo se plantea pacificar el sector sanitario?

-Fundamentalmente desde el diálogo: entender las cuestiones, explicar mi postura, escuchar las de los demás e intentar llegar a acuerdos. Reunirse hasta la saciedad. Seré muy franco al explicar aquellas cuestiones que no pueden hacerse. Eso y trabajar en la motivación.

-Visto su énfasis, parece claro que pacificar el sistema es la primera encomienda que le ha dado el Presidente.

-He leído varias veces en la prensa que hay crispación. Yo creo que hay situaciones en las que se percibe una mayor preocupación por el sueldo, por el trabajo, por la jornada... y eso genera una tensión. Pero eso no hay que llevarlo al extremo de la crispación, a que parezca que estamos en un combate de boxeo.

-¿Cuesta dinero esa pacificación del sector sanitario?

-Creo que no. Llegar a donde nos hemos propuesto tiene un coste, pero probablemente no mayor que el actual.

-O sea, se ve capaz de pacificar la sanidad sin necesidad de más dinero.

-No creo que los problemas del sistema sanitario se solucionen exclusivamente aportando más dinero. Hay muchas otras cosas en las que trabajar.

-¿Por ejemplo?

-Sacar más eficiencia a cada uno de los estamentos, a cada uno de los lugares, y cambiar el dinero de unas partidas a otras. Creo que la dotación y los recursos por persona del sistema sanitario asturiano son más que suficientes en este momento. No deberíamos seguir pidiendo más dinero porque a lo mejor ponemos en peligro la sostenibilidad.

-Hablando de eficiencia, UGT y Comisiones Obreras han pedido que la sanidad trabaje a tres turnos.

-La sanidad trabaja a tres turnos. Los hospitales no se cierran.

-Pero de tres de la tarde a ocho de la mañana están infrautilizados, ¿no?

-Los hospitales están trabajando de ocho a tres en un gran volumen, y de tres a diez de la noche también. A eso que se ha llamado las "horas marianas", de las tardes, se les está sacando rentabilidad.

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