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La mar escupe el ocle antes de tiempo

Los temporales favorecen la acumulación de algas en las playas asturianas, que los recolectores recogen coincidiendo con la campaña de arranque en los fondos marinos

Un barco descargando ocle en el puerto viejo de Luanco. RICARDO SOLÍS

A falta de peces, ocle. Las mareas vivas de este verano han teñido antes de tiempo los arenales asturianos de rojo. Los recolectores no dan abasto, y además de peinar las playas, se sumergen en las profundidades del mar con el objetivo de pescar las algas más cotizada del Principado. La temporada de arranque, como así se denomina la extracción de plantas de los campos marinos, está regulada por el Gobierno regional del 1 de julio al 30 de septiembre. A partir de esta fecha, comienza el arribazón, es decir, la recogida de algas directamente de las playas mediante tractores o redes. Sin embargo, esta campaña está siendo un tanto atípica, ya que hay faena tanto en el agua como en la superficie. "El arribazón se adelantó más de un mes. Nosotros ya empezamos a recoger el ocle a finales de julio en Santa María del Mar", asegura el luanquín Alberto García. Aunque la calidad no es la deseada.

Manuel Ángel Artime, también de Luanco, sostiene que el tipo de alga que cubre en esta época las playas no es pura y contienen babosas -un tipo de parásito que crece en su interior-. "Antiguamente esto ni se recogía, pero ahora hay mucha demanda de producto y te lo compran igual. Eso sí, a un precio más bajo", explica Artime, que compagina la construcción con la recolección de ocle. Según los productores, el valor medio de estas plantas marinas se sitúa entre los 80 céntimos y los 1,70 euros por kilo. Todo depende de su calidad y de la técnica que se haya empleado para su extracción. El arranque es la mejor, pues se obtiene alga viva. A partir de ellas, la industria produce "agar agar", una gelatina vegetal para uso alimenticio, pero, sobre todo, médico y estético.

En los últimos años, el negocio de las algas ha evolucionado a pasos agigantados. Cada vez son más los asturianos que encuentran en el ocle su medio de vida. Manuel Ángel Artime asegura que el número de recolectores de tierra no para de aumentar. "Yo llevo desde crío en esto y nunca vi tanta gente como ahora buscando ocle. Antes, salía de la obra y las algas me estaban esperando. Hoy, como me descuide, me quedas sin ninguna", sostiene Artime. A su juicio, el auge del ocle se debe en primer lugar a la crisis y en segundo, a los precios, que "llevan cuatro años subiendo". Este "boom" se vive también en alta mar con quince barcos faenando en sus profundidades. Una cifra bastante elevada si se compara con campañas anteriores, en las que el número de licencias era bastante inferior. En julio -los únicos datos que la Dirección General de Pesca tiene disponibles- se arrancaron 213.293 kilogramos de ocle, que fueron descargados en su totalidad en el puerto de Candás.

Según indica José Artime, "Larry", los campos de mayor producción de algas son los que se encuentran entre Gozón y Carreño. El resto de distritos donde está permitido el arranque de ocle son San Esteban de Pravia, Gijón, Ribadesella y Lastres. "Nosotros lo andamos todo, pero donde más ocle sacamos es en la zona de Luanco", asegura Amado Artime, responsable de los cinco barcos que llevan a cabo las extracciones de plantas para Industrias Roko, en Llanera. "Compramos a algún productor, sobre todo, a los que operan en Santa María del Mar, donde hay alga de muy buena calidad. Pero del resto nos ocupamos nosotros directamente", apunta.

Antes de descargar la mercancía en el puerto, el trabajo en alta mar es duro e incluso arriesgado. En especial, para los buzos o ranas del ocle, que se encargan del arranque de estos organismos. Cada embarcación sale todos los días a primera hora de la mañana para sumergirse en las profundidades. Los buzos, que echan de media unas cinco horas en el agua, no pueden extraer las algas de cualquier forma. La Dirección General de Pesca del Principado de Asturias vela por que el arranque no se produzca de raíz, sino dejando un treinta por ciento de masa algal. Ese es un requisito esencial para conseguir que los campos de ocle que están siendo explotados este verano se recuperen para el próximo estío. Las investigaciones realizadas por el departamento de algas del Principado de Asturias concluyen que las algas se regeneran en el plazo de un año. De ahí que Asturias permita practicar el sistema de arranque, aunque sólo durante tres meses y en determinadas áreas. Además, la Administración fija un cupo en función del stock de plantas que hay en cada distrito, que los buzos del Principado cierran cuando se supera.

Cuando acaba el trabajo en alta mar, los barcos regresan a las costas asturianas a la espera de que un camión transporte las algas hasta los campos de secado. Allí, varios tractores dan vueltas a las plantas durante varios días. En el invierno, es aconsejable que la materia esté bajo techo para evitar que la lluvia vuelva a humedecer el género. Cuando está completamente seco, se empaqueta en rollos de 500 kilos y se distribuye a las fábricas que producen el agar agar. Este proceso es el mismo que siguen los recolectores de arribazón, que aprovechan las buenas temperaturas del verano para acelerar el sistema de secado.

El interés que despierta el ocle en la región choca con el tiempo. José Artime, "Larry", confiesa que el principal inconveniente de su profesión es la falta de estabilidad económica. "Dependemos todos los días de las condiciones meteorológicas. En verano, cuando hay temporal en el mar no podemos salir con los barcos. Y en invierno, si no hay marejada, no hay ocle en las playas y por tanto no hay dinero", expresa. No obstante, lo que más preocupa a los profesionales de las algas es la falta de control que hay en su trabajo. "Para el arribazón hace falta tener una licencia. No puede ir cualquiera a recoger algas a las playas. Sin embargo, eso a mucha gente les da igual y acceden a los arenales por la noche", protesta Manuel Ángel Artime, que reclama "una mayor vigilancia". Lo mismo opina Amado Artime, que afirma que hay algunos recolectores que engañan a la industria mezclando algas de diferentes calidades. "Con ellos nosotros no podemos competir", dice.

De momento, la temporada de arranque de este año pinta bien. José Artime, uno de los mayores recolectores de la región, apunta que la campaña empezó un poco floja, "puesto que las algas estaban un poco cortas", pero luego recuperó. Los temporales que favorecieron la acumulación de plantas en las playas asturianas redujeron el calendario de faena en la mar. No obstante, Asturias tiene una mina de ocle bajo el mar. Según el Principado de Asturias, se estima que en los campos explotables haya unas 10.500 toneladas de algas.

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