Los productores españoles de leche, y del resto de la UE, afrontan las horas más decisivas para determinar el futuro y viabilidad de sus explotaciones, en un contexto de encuentros a alto nivel en la CE, negociaciones con los gobiernos y protestas, como la "Marcha Blanca".

El sector productor vive una situación de continua caída de los precios en origen desde febrero de 2014, agudizada en los últimos meses por el fin del sistema de cuotas lácteas -desde el 31 de marzo pasado-, el embargo ruso, el descenso de las ventas a China y un menor consumo intracomunitario.

De hecho, el último informe del Observatorio Lácteo Europeo recoge que el precio medio en julio fue de 29 céntimos/litro para los ganaderos europeos, el nivel más bajo del último lustro.

Como en todas las crisis, ésta también tiene nombres y apellidos, los de todas aquellas personas y familias que trabajan a diario con su ganado para conseguir su sustento económico.

Es el caso de Tita Bango, una ganadera de 52 años de Urdiales del Páramo (León), que lleva 40 años trabajando en la explotación lechera familiar junto a cuatro hermanos y otros tres trabajadores que ordeñan cada día la leche de 300 vacas.

Su situación la resume así: "Es crítica. Ya no aguantaremos mucho más porque nos pagan a 26 céntimos el litro y producirla cuesta unos 35-36 céntimos".

Con un tono de voz bajo, Bango dice que si no les "echan una mano", tendrán que sacrificar todas sus vacas y cerrar la lechería.

La situación no es mejor para Cristian Villegas, un joven ganadero de 25 años de Luena (Cantabria), que mantiene una lechería junto a su mujer y cada día acuden al trabajo sabiendo que recibirán precios "vergonzosos" por sus producciones.

Villegas explica que el dinero que le pagan por la leche sólo le da para cubrir el 60 % de los costes de producción "por lo que el 40 % son pérdidas", una situación que arrastra desde febrero pasado.

Lamenta que uno de los problema en la cornisa cantábrica es el escaso tamaño de sus explotaciones que, además, se encuentran ubicadas en zonas de difícil acceso por lo que la oferta está atomizada y a la industria no le interesa comprar estas producciones, lamenta.

En San Millán de los Caballeros (León) vive Domingo González, que con 52 años, lleva 26 dedicado a la producción de leche junto a otros tres socios en una explotación con 200 vacas.

Por cada litro de leche que vende a la industria, recibe entre 26 y 29 céntimos por lo que no cubre los costes de producción.

"Voy tirando gracias a que en la explotación también hacemos otras labores agrícolas".

No obstante, la situación es bastante diferente entre las regiones e incluso entre provincias y comarcas -como así pusieron de manifiesto esta semana en el Consejo Consultivo las comunidades autónomas y el Gobierno central-.

Por ejemplo, en Villamoronta (Palencia), Marta Fernández trabaja en una lechería con 250 vacas en ordeño y recibe 33 céntimos por litro de leche.

"No nos podemos quejar porque además tenemos contrato firmado a un año. Así debería de ser para todos".

Fernández se solidariza con otros ganaderos y lamenta que medidas como el paquete lácteo no tengan "ninguna eficacia" porque "los más fuertes de la cadena no lo cumplen".

Si se pone el foco en Galicia, la principal comunidad productora a nivel nacional, la coyuntura es compleja porque las explotaciones son de pequeño tamaño y no pertenecen a estructuras organizativas de relevancia, como organizaciones de productores o cooperativas.

Es el caso de Dorotea Fimil, en Muxía (A Coruña), con una lechería de 25 vacas en la que trabajan ella, su marido y un hijo.

Recibe 27 céntimos por litro y ya le han informado de que el nuevo contrato que firmará por seis meses será a precios más bajos.

"Si sigue la cosa así, no sabemos qué haremos. No queremos cerrar porque no sabemos a dónde ir y lucharemos hasta que se solucione".

Relatos que muestran la situación de un sector que tiene una cita clave este próximo lunes en Bruselas, donde se reunirán los ministros de Agricultura de la UE para acordar nuevas medidas que puedan salvar a los productores de leche de la crisis de precios.

Varias organizaciones agrarias europeas ya han anunciado que movilizarán a sus ganaderos por las calles de Bruselas, mientras se celebra la reunión para mostrar su descontento con la situación actual.