Programas de radio y televisión hacen un alto en su normal desarrollo para dar paso al acontecimiento, millones de personas de distintas nacionalidades permanecen expectantes ante altavoces y pantallas, parece que ha llegado el momento de la revelación, de conocer cómo van a ser o quedar las cosas.

Podría ser un comunicado acerca de la proximidad de una catástrofe de enormes dimensiones causada por el choque de un cometa con el planeta Tierra, de un acuerdo global para destruir todos los arsenales nucleares, de un consenso político internacional sincero e inquebrantable enfocado a la corrección de los sangrantes desajustes sociales, de un pacto mundial sensato para poner freno a la degradación de los ecosistemas y a la violación sistemática de los derechos humanos, del final de los conflictos armados dispersos por el mundo o del descubrimiento de una vacuna contra el cáncer; sin embargo, se trataba de la retransmisión en directo del sorteo de la Liga de Campeones. Como comentaban recientemente en un espacio televisivo emitido en horas nocturnas: qué eficaces logros y resultados los obtenidos a través de la ingeniería social.