Las obras han marcado el inicio del curso en la escuela pública de Oviedo, con dos ampliaciones pendientes y otras dos terminadas a tiempo para el 10 de septiembre.

La Consejería de Educación no ha logrado acabar el trabajo en el colegio Juan Rodríguez Muñiz, en el barrio de Las Campas, para dar cabida a los 450 estudiantes de un centro que ha aumentado un diez por ciento su matrícula en relación al año pasado. De esta forma, parte de su alumnado recibió ayer clase en casetas prefabricadas e instaladas en el patio, pese a que la fecha final del plan de obra estaba fijada para antes de que empezase el presente curso 2015-16.

Los operarios y las máquinas también formaron parte del primer día de clase de los niños del colegio Carmen Ruiz-Tilve, en La Corredoria, aunque en este caso el Principado está cumpliendo el calendario que marca el término de las obras para el próximo mes de septiembre. "Los críos están bien aunque haya poco espacio y algunos reciban clase en los barracones", comentó ayer José Ramón Artime, padre y miembro de la AMPA.

La Consejería de Educación ha calificado el comienzo del curso en la capital asturiana como "normal", aunque fuentes del departamento de comunicación no han podido determinar con exactitud el final de la ampliación del colegio de Las Campas.

En lugar de encontrarse con cemento, ladrillos y obreros en los pasillos, las comunidades educativas del Dolores Medio, en pleno centro urbano (en la calle La Luna), y de Colloto, se encontraron con sendos colegios relucientes y "de paquete". "Hemos mejorado al cien por cien nuestra situación después de las obras y estamos muy contentos". El director del colegio Dolores Medio, Francisco Santos, mostró ayer abiertamente su alegría al entrar en su escuela por primera vez tras dos años impartiendo clase en el colegio San Pedro de los Arcos, en el Naranco. Ese fue el tiempo que duraron las obras en el inmueble de la calle La Luna, donde la Consejería de Educación mejoró el aislamiento y la eficiencia térmica del inmueble al renovar las cubiertas, cambiar la instalación eléctrica y reparar la última planta. "Todos deseábamos volver, pero nos hemos sentido como en casa en San Pedro de los Arcos. Es justo decir que siempre estaremos agradecidos", destacó Santos.

La normalidad también fue lo más destacado el primer día de clase del colegio de Colloto. Allí las obras de ampliación finalizaron hace algo más de un mes. Los 200 alumnos del centro estrenaron ayer en un aulario de cuatro clases conectado con el viejo edificio a través de la primera planta y dijeron adiós a los barracones prefabricados que el Principado instaló el curso pasado en el patio para algunos grupos de Primaria. El trabajo, de 420.000 euros de inversión, acabó según los plazos previstos, pero no resuelve definitivamente la falta de espacio del centro, que ha duplicado sus matrículas en la última década por el boom urbanístico de una zona a la que han ido a vivir decenas de familias con niños. Además, la anterior consejera de Educación, Ana González, anunció en 2014 una segunda fase de ampliación en este colegio que aún no tiene fecha ni financiación. Se trata de uno de los proyectos, largamente reivindicados por los vecinos de Oviedo, a los que tendrá que hacer frente el nuevo titular del área, Genaro Alonso.

Entre estos proyectos, destaca la construcción de un Instituto de Secundaria (IES) en el barrio de La Florida. El Ayuntamiento cedió un terreno de 15.000 metros cuadrados al Principado para el nuevo IES tras obtener hace meses el visto bueno de la Junta de Gobierno local a la segregación de una parcela de 22.000 metros cuadrados. El centro de educación secundaria es una de las reclamaciones más antiguas de los residentes del entorno y podría dar servicio a los adolescentes de otras zonas cercanas como Las Campas. Hoy en día, los estudiantes de ESO y Bachillerato del barrio deben desplazarse hasta el Instituto del próximo barrio de La Ería, lo que les obliga a ir en autobús.