Las llamadas ciudades refugio -Barcelona, Madrid o París, que se han ofrecido a acoger a miles de refugiados- lanzaron ayer un llamamiento a los estados miembros de la UE para que tengan en cuenta su oferta y no les den la espalda. La llamada se produjo la víspera de la cumbre de ministros del Interior que se celebra hoy en Bruselas.

En un manifiesto difundido ayer y firmado por las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, y París, Anne Hidalgo, así como por el alcalde de Lesbos (Grecia), Spyros Galinos, se proclama que su paso adelante no es "un gesto de caridad" sino la voluntad de "garantizar un derecho humano, el de asilo". Los alcaldes, cuyo texto está respaldado por sus colegas de Madrid, La Coruña, Cádiz, Santiago de Compostela y Zaragoza, critican además que durante años los gobiernos hayan destinado la mayoría de los fondos de asilo a blindar las fronteras y convertir Europa en "una fortaleza".