Ganaderos gallegos consiguieron bloquear ayer las quince industrias lácteas de la comunidad, apuntan a hacer lo mismo con las dos grandes estructuras de distribución, en Betanzos y Oroso, ambas en la provincia de La Coruña, y miran de reojo a Asturias. El coordinador de la Organización de Productores de Leche (OPL), Anxo Escariz, anunció la intención de bloquear también a partir de hoy el centro de distribución de Industrias Lácteas Asturianas (Reny Picot), en Navia, así como el de Mercadona en León, a los que llega mucha leche gallega.

El conflicto que vive el sector lácteo español inicia una semana clave. En Bruselas, reunión. En los caminos, tractores. Y entre los convocantes de las movilizaciones, desunión. El sindicato Asaja-Galicia se desmarcó de ellas al entender que "el documento presentado el jueves en Madrid por la ministra de Agricultura es la mejor y más completa propuesta de acuerdo para el sector lácteo de la historia".

Desde Asturias, el portavoz de Asaja, Ramón Artime, mantiene su esperanza de que si se sustancia el acuerdo "puede en un par de meses cambiar la tendencia" y lamenta que "las movilizaciones se estén radicalizando".

Movilizaciones lideradas desde Galicia, comunidad cuyos ganaderos reciben un precio medio por litro de leche de 28 céntimos. Galicia y Cantabria son las dos únicas comunidades españolas donde el precio medio de la leche se paga al productor por debajo de los treinta céntimos. El problema no es solo ese precio medio, sino que hay ganaderos que están recibiendo poco más de veinte céntimos por litro de leche, por debajo de su coste de producción.

En Asturias, y al abrigo de la Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA) y de su marca Central Lechera Asturiana, el litro de leche se paga en origen a una media de 32 céntimos, aunque hay profesionales que reciben precios más bajos. Lo que aparentemente son diferencias casi inapreciables, en la práctica y cuando se habla de muchos millones de litros, suponen una frontera de supervivencia empresarial.

Asaja criticó las movilizaciones, que entiende como "un despropósito y un flaco favor al sector". Por su parte, Joaquín López, secretario general de UCA y ganadero de Belmonte, califica la situación de "muy compleja". "La de Galicia es hoy la misma que teníamos en Asturias hace veinte años" y eso explica muchas cosas.

El Ministerio de Agricultura y las organizaciones agrarias llegaron el pasado jueves a plantear un borrador que parece estar lejos aún de la firma definitiva. En medio de esta situación de impasse los ganaderos de la Organización de Productores de Leche (OPL) mantuvieron ayer controles en carreteras gallegas para evitar que circulen camiones cisternas. No hubo constancia de incidente alguno.

La asturiana Capsa tiene marca gallega, Larsa, con dos plantas en la comunidad vecina que se ven afectadas por las movilizaciones.

La producción láctea anual en España es de seis millones de toneladas, pero el consumo nacional llega a los nueve. Importamos productos, no solo leche líquida, sino otros ya elaborados y que dejan mucho más margen. El 60% de la leche que se produce en el país se consume en forma de leche líquida, y de ese 60%, casi siete de cada diez litros llegan al consumidor en forma de marca blanca. Hay en España 17.000 empresas de producción láctea, de las que en Asturias se ubican unas 2.500.

Desde perspectivas distintas, Ramón Artime y Joaquín López coinciden en afirmar desde Asturias que "los garbanzos están contados". En Galicia se habla de bloqueos, sobre el terreno, a la industria láctea y a la distribución. Problema serio, apuesta fuerte.