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La nueva economía rural Las cooperativas (7)

Corvera esquiva la crisis láctea

Los ganaderos de la cooperativa de Cancienes viven ajenos a la bajada de precios al percibir 34 céntimos por litro "Somos unos privilegiados", afirman

Ignacio Fernández, presidente de la cooperativa y nombrado "Corverano ejemplar 2015", en el exterior de las instalaciones. Ricardo Solís

La palabra crisis apenas se escucha en Corvera. La cooperativa agropecuaria de Cancienes vive ajena a la oleada de bajos precios que sacude en la actualidad al sector lácteo. Los 580 ganaderos que la integran aseguran que son "unos auténticos privilegiados, teniendo en cuenta la que está cayendo". Por cada litro de leche, los productores corveranos perciben 34 céntimos -primas de calidad aparte-, una cifra muy superior a la que reciben el resto de profesionales de la región con contratos, en algunos casos, por debajo de los 27 céntimos. "Ahora son muchísimos los productores que quieren entrar en la cooperativa, pero tenemos el cupo cerrado", explica el presidente, Ignacio Fernández, que mantiene un acuerdo de colaboración con la quesería Lafuente y la cadena de distribución Mercadona. Al año, Corvera recoge unos veinte millones de litros de leche.

Pese a ello, Ignacio Fernández sostiene que el campo asturiano "ya no es lo que era, está desaparecido". Y lo está por dos razones, a su juicio: las horas de trabajo no están bien compensadas económicamente y el sector envejece a pasos agigantados. "Con la crisis se han incorporado jóvenes, pero esos no son ganaderos de verdad. En cuanto encuentren otra cosa, salen corriendo de las cuadras", asegura.

Para reactivar el sector agrícola y ganadero en Asturias, el responsable de la cooperativa de Corvera cree que habría que darle un giro de noventa grados al modelo actual de gestión que rige en el campo. Empezando, según explica Fernández, por la concentración parcelaria. "Con 'huertinos' no vamos a ningún sitio. Si queremos avanzar, tendremos que disponer de fincas en condiciones", opina Fernández, que siempre tuvo claro en qué dirección tenía que caminar el sector. "La concentración ya la intenté yo poner en práctica en mi pueblo: Moriana (Corvera). Pero los vecinos no me hicieron caso. Ahora se arrepienten...", dice. Han visto las orejas al lobo: la Política Agraria Común (PAC) da ayudas al ganadero ya no en función de su producción, como antes, sino del número de hectáreas. "Siempre dije que entramos en la comunidad europea por la puerta atrás. España no puede competir en igualdad de condiciones que otros países", protesta.

Este ganadero corverano continúa haciendo su reflexión sobre el campo. Asegura que lo que evolucionó en Asturias fueron las máquinas, pero no el sector. "La mentalidad no cambió. Yo creo que a los campesinos les faltó asesoramiento", indica. Justamente lo que ahora sobra en las cooperativas de la región, que apuestan de forma notable por la formación. Corvera tiene a disposición de sus 2.300 socios, técnicos que les guían en todo tipo de temas: concesión de subvenciones, fiscalidad, seguridad social, seguros, reclamaciones y, por su puesto, alimentación. El concejo dispone de una fábrica de piensos, que elabora al año doce millones de kilos. La cooperativa colabora con otras organizaciones -la unión de agricultores de Gijón, Campoastur y Agrovaldés- en el desarrollo de este servicio. "Nosotros les aportamos granos limpios y harinas simples, y ellos básicamente pienso granulado", detalla Fernández, que descarta hoy por hoy fusionarse con otras empresas. "Somos una cooperativa saneada, con nuestra historia. No queremos regalar tantos años de esfuerzo y de trabajo", dice al respecto.

El sueño de Ignacio Fernández, al frente de la cooperativa desde hace 35 años, es construir un supermercado que de servicio a todo el concejo. Para ello, ya tiene reservada una finca anexa a la nave donde hoy se sitúa la tienda agrícola y el almacén. "Llevamos tres años esperando que nos den la licencia para construir. Mi ilusión es ver el súper en funcionamiento. En cuanto esté lista, yo dejo el barco", cuenta. A Fernández tan sólo le queda encajar esa última pieza para terminar su puzzle profesional. "Cuando me nombraron presidente en los años ochenta, me propuse hacer una cooperativa en la que el socio tuviese en ella todo lo necesario. Hicimos una fábrica de piensos, abrimos una tienda agrícola, montamos una gasolinera, un taller de mecánica... Falta sólo el supermercado. Quiero que tenga panadería, pescadería, carnicería, cafetería... Quiero que el agricultor al igual que viene a comprar un tornillo, pueda comprar también azúcar o cambiar la ruda del coche", afirma. Todo eso llegará. No tiene duda.

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