Falta de concreción y visos de continuismo en las políticas de empleo, industria e innovación. Estas fueron las conclusiones más repetidas ayer por los grupos de la oposición en la Junta General tras escuchar y preguntar durante más de horas sobre los planes del nuevo consejero Francisco Blanco, que situó entre sus objetivos favorecer tanto la competitividad empresarial como la capacidad de los trabajadores para entrar o volver al mercado laboral. El consejero exigió al Gobierno central del PP medidas para acabar con "la incertidumbre" sobre la tarifa eléctrica y culpó a a los populares de "asfixiar" al sector del carbón.

El cambio de titular al frente de la consejería de Empleo, Industria y Turismo tuvo como contrapartida un debate menos tenso ayer entre Francisco Blanco y los grupos de la oposición, que los mantenidos en la legislatura anterior por su predecesor en el cargo, el también socialista Graciano Torre. Las buenas formas, sin embargo, no se tradujeron en una mayor sintonía. Blanco, economista y profesor de la Universidad hasta que aceptó hace poco más de un mes el ofrecimiento para entrar en el Gobierno socialista, habló de "crear las condiciones que faciliten el desarrollo económico y la competitividad" de empresas y emprendedores en su primera declaración de intenciones, en la que recalcó que los socialistas no creen que "la competitividad deba conseguirse a través de una acelerada devaluación salarial", que vinculó con la reforma laboral del PP.

La primera comparecencia del nuevo consejero sirvió para que todos los partidos de la oposición, a excepción del PP, exigieran al Gobierno regional una mayor determinación ante el Ministerio de Industria sobre la cuestión de la tarifa eléctrica por su impacto en la industria asturiana. Francisco Blanco, recordó que los socialistas siempre han cuestionado la subasta anual de lotes y proponen, como alternativa, la regulación de contratos bilaterales a largo plazo, a tres o cuatro años. El consejero de Empleo, que estuvo días atrás con el presidente de Alcoa, admitió que es difícil exigir inversiones a esa empresa en el marco de "incertidumbre" sobre el coste de la factura eléctrica, y planteó liberar a las industrias electrointensivas de determinados peajes en esa factura, pero trasladó la responsabilidad al Gobierno central "porque es el que tiene la competencia en esa materia". El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Prendes. reclamó "una implicación política al máximo nivel. "No es usted, si no el presidente Javier Fernández, quien debe actuar con mucha más contundencia en este asunto", un argumento que luego repitieron en términos similares el resto de portavoces de la oposición, salvo el PP. También en materia energética, Blanco confirmó que el Principado reivindicará al Gobierno central la puesta en servicio de la regasificadora de El Musel y el desbloqueo de la línea Sama-Velilla. El nuevo consejero aprovechó una alusión de la diputada popular Emma Ramos para cargar contra la gestión del gobierno de Mariano Rajoy con el carbón y el impacto sobre las Comarcas Mineras. "Es digno de alabar que tenga el valor de hablar del declive de la industria extractiva cuando han acabado con la industria minera en esta región, reduciendo las ayudas de la Unión Europeas, retrasando los pagos y no implantando los incentivos a las térmicas por la compra de carbón nacional. Han asfixiado al sector", denunció Blanco.

El consejero de Empleo e Industria confirmó que el Principado "dará prioridad a la innovación sobre la investigación básica" porque, argumentó, "da más retornos en el corto y en el medio plazo" y, además, los recursos económicos para I+D+i "son muy escasos". Blanco, no obstante, precisó que "algo de investigación básica hay que mantener". Otra de las cuestiones objeto de debate fue la participación de los autónomos en la concertación social, que vienen reclamando a los grupos parlamentarios varias asociaciones. El nuevo responsable del área cerró la puerta a la participación de nuevos interlocutores. "Tendremos en cuenta las preocupaciones de los autónomos en la concertación social y estarán representados a través de los sindicatos y la patronal, como trabajadores y empresarios que son", afirmó Blanco. El consejero reconoció la necesidad de introducir cambios en los planes de empleo local haciendo más hincapié "en la orientación" para evitar que los contratos sean una fuente de litigios y pleitos para los ayuntamientos. Avanzó que la intención es que la concertación se aborde antes que el presupuesto regional y anunció que el Principado tratará de reducir de 10 a a 6 el mínimo de domingos y festivos que podrán abrir las grandes superficies comerciales. Pero no dio muchos detalles sobre el plan de retorno del talento porque "está todavía bastante embrionario" aunque indicó que el objetivo será recuperar "a investigadores, tecnólogos y también estamos pensando en personal directivo", que podrían ser contratados bien por empresas, la Universidad o centros de investigación.

La oposición vio más sombras que luces en los planes de Francisco Blanco. "Hay una falta de innovación, el consejero ha cambiado pero los problemas siguen siendo los mismos", concluyó Susana López Ares. "No ha planteado reformas sustanciales para cambiar la situación", cuestionó Lorena Gil (Podemos), quien anunció la presentación de denuncias que afectarán a esa consejería. "Agradecemos el cambio de talante con los trabajadores del Reconquista", valoró el diputado de IU, Ovidio Zapico, quien advirtió que su grupo "será exigente en el cumplimiento de los acuerdos de investidura". La portavoz forista Cristina Coto tachó de "viejo y continuista" el discurso de Blanco mientras que Ignacio Prendes (Ciudadanos) manifestó su inquietud "por la inercia con el pasado". El diputado socialista Jesús Gutiérrez dio ánimos al responsable de Industria: "Tampoco se amilane. Ya se acostumbrará, aquí muchos vienen con el discurso predeterminado".