La consejera se mostró en su comparecencia en la Junta directa en las respuestas y colaboradora con los diputados, lo que hizo que durante los turnos de la mañana (en respuesta a las preguntas de Ciudadanos, Foro e IU) el tono fuera amable, hasta el punto de que la propia diputada Esther Landa hizo notar que estaba siendo muy "comprensiva" con la representante del Gobierno regional. Por la tarde, con las intervenciones de Podemos y el PP, la cosa cambió, y se produjeron momentos de auténtico diálogo de besugos. Las primeras tensiones se vivieron con la diputada de Podemos Rosa Espiño, que anunció que iba a llevar a la Junta preguntas que harían ciudadanos de a pie. Y lo hizo, desgranando nombres y pidiendo contestaciones concretas, hasta un punto que desconcertó a la consejera, que mezcló dos preguntas y acabó perdiendo la paciencia. "Yo también soy una ciudadana, no una extraterrestre", espetó, y criticó el "modus operandi" de Podemos. "No le hace ningún favor al servicio público trayendo aquí preguntas de qué hay de lo mío", le dijo. Espiño criticó, sobre todo, lo que considera falta de compromiso con el empleo público, el trato directo a los ciudadanos. Afeó al Gobierno que no declare a Asturias "libre de desahucios" y que se hagan planes para "parchear la pobreza". "Lo importante es lo que hacemos, no lo que declaramos", contestó Varela.

Más desconcertada aún se mostró la consejera con el diputado del PP Matías Rodríguez Feito, que empezó muy suave, alabando su talante, para preguntarle inmediatamente después cómo explica su nombramiento, que calificó de "sectario", en pago a que dio un paso atrás y no disputó la Alcaldía de Avilés. "Ha llegado por la puerta de atrás". "No doy crédito", dijo Varela. "Sus preguntas no me disgustan, tengo capacidad para dirigir este equipo".