Los partidos de la oposición exigieron ayer a la Consejería de Sanidad transparencia y eficacia en la gestión de la lista de espera y en las herramientas que se empleen para reducirla. Entre tanto, el titular de Sanidad, Francisco del Busto, manifestó que en la estrategia contra las demoras otorgará prioridad a las consultas y a las pruebas diagnósticas frente a las intervenciones quirúrgicas.

En los aspectos más conflictivos, el consejero agregó que mantendrá los módulos de trabajo de las tardes para completar la jornada ordinaria de 37,5 horas semanales. En el mencionado plan contra las listas de espera, Del Busto empleará "todos los recursos y dispositivos". Esta última aseveración incluye una alusión -explicitada en otros momentos de su discurso- a los conciertos con hospitales sin ánimo de lucro, y tal vez una alusión implícita y muy velada a las horas extraordinarias ("peonadas", en el argot sanitario), rotundamente rechazadas por su antecesor.

Francisco del Busto -junto a todo su equipo- compareció ante la Comisión de Sanidad de la Junta General del Principado con el fin de exponer su programa para la legislatura que comienza. Se refirió con extensión a la ampliación del Hospital de Cabueñes, de Gijón, que claramente emerge como el proyecto estrella del mandato, una vez que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es ya una realidad mayormente consolidada (la información sobre Cabueñes está recogida en la sección de Gijón de este mismo periódico).

Otras ideas expuestas por el titular de Sanidad en su intervención de ayer habían sido anticipadas en la entrevista publicada por LA NUEVA ESPAÑA el pasado día 6. La larga comparecencia, con preguntas de los cinco partidos de la oposición, sirvió para profundizar en algunos líneas de acción. Por ejemplo, Del Busto señaló que su decisión de mantener los módulos de trabajo de jornada ordinaria en horario vespertino obedece a que "permiten a muchos ciudadanos acceder a la atención sanitaria en horarios más compatibles con su jornada laboral, académica o escolar". Esta postura implica una negativa a la reivindicación de algunos sindicatos -y muy en particular del Sindicato Médico (SIMPA)- que habían solicitado que el cumplimiento de las horas "marianas" se llevara a cabo ampliando en media hora diaria, hasta las tres y media, la jornada matinal.

Con todo, el Consejero mantuvo una cierta ambigüedad al sostener que "no nos cerramos a otras posibilidades de organización de la jornada siempre que se cumplan las siguientes dos premisas: sacar el máximo rendimiento a estas 37,5 horas y prolongar durante las tardes la jornada ordinaria de nuestros hospitales y centros de primaria, todo ello con un criterio de uniformidad en las áreas sanitarias". En relación a las horas extraordinarias, se había mostrado más abierto en la citada entrevista, cuando indicó que se recurrirá a ellas en " cualquier situación que pueda estar motivada".

Un mensaje novedoso de Francisco de Busto se refiere a la posible implementación de lo que denominó "pactos de colaboración entre áreas" que conllevan la "movilidad de los profesionales".

Ante las demandas, por parte de casi toda la oposición -IU optó por no poner en aprietos al Consejero-, de una mayor claridad en el manejo de las listas de espera, Del Busto se comprometió a reactivar la publicación de los datos de demoras en la página web de la Consejería de Sanidad. Las estadísticas referidas a consultas de atención especializada no han sido actualizadas desde mayo de 2014. Lo que no dejó del todo claro el consejero es si los números serán puestos al día todos los meses o con una periodicidad más amplia.

Del Busto se mostró dispuesto a dar respuesta a una de las principales demandas de los profesionales de atención primaria, con una mayor generosidad en la política de sustituciones de bajas, permisos y vacaciones. Sin embargo, añadió una contrapartida, en cuya formulación se mostró enigmático: "A cambio, exigiremos un mayor compromiso y rigor profesional para evitar situaciones excepcionales que se han producido y que no deben volver a ocurrir".

El tono del debate fue más conciliador que el promedio de los celebrados en la pasada legislatura. Ciertamente, son difíciles de igualar los cara a cara entre el exconsejero Faustino Blanco y el exdiputado de Foro Albano Longo. Ayer, sólo Andrés Fernández Vilanova, médico y portavoz sanitario -en lengua asturiana en todas sus intervenciones- de Podemos, estuvo a punto de sacar de sus casillas al pacífico Francisco del Busto.

En el capítulo de posicionamientos, Ignacio Prendes (Ciudadanos), citó como prioridades "reducir las listas de espera y rebajar la crispación" de los profesionales sanitarios. Esther Landa (Foro) reclamó "libertad para los profesionales" en la organización de la jornada laboral. Marta Pulgar (IU) advirtió de que "la lista de espera no puede ser una excusa para la privatización de servicios". Andrés Fernández Vilanova (Podemos) indicó que "en la sanidad no existe un problema de sostenibilidad", sino de formas de gastar el dinero. Y Carlos Suárez (PP) instó al Consejero a utilizar "todos los recursos disponibles" para reducir las listas de espera.