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La piloñesa del tiempo ve un otoño caliente

Tea Undagoitia, una de las pocas asturianas que interpretan la meteorología por las témporas, anuncia una estación soleada

La piloñesa del tiempo ve un otoño caliente

Este otoño hará buen tiempo. Al menos es lo que dice la tercera de las témporas (breves períodos litúrgicos de ayuno al comienzo de cada estación instaurados hace siglos), que empezó el miércoles 16, siguió el 18 y finalizó ayer sábado, 19. Teniendo en cuenta que en la primera jornada hubo precipitaciones y que en las otras dos hizo sol, "va a ser un buen otoño porque, aunque puede llover algún día, hacer invierno no hará". Lo asegura la piloñesa Tea Undagoitia Pérez, una de las mujeres asturianas que más sabe de este método de predicción ancestral, que le enseñó su madre, Carmen Pérez.

Mirando la benévola meteorología de estos días, "no va a ser mal otoño", insiste la piloñesa. Agrega que "suele cumplirse" lo que dice la témpora. De hecho, "todo el mundo está pendiente de ella y de la Luna, sobre todo para sembrar o hacer semilleros". "Cambiaron las cosas, pero el tiempo no", asegura. Y la prueba es que, en las zonas rurales, es un método de predicción que sigue muy presente. No en vano, son las gentes del campo las más preocupadas por la meteorología desde hace siglos porque, de ella, dependen sus cosechas y, por extensión, su economía.

Undagoitia recomienda tener a mano el "Calendario Zaragozano", un pequeño libro naranja de gran venta en las librerías, porque recoge las fechas exactas de las témporas. La próxima y última del año, la de invierno, será los días 16, 18 y 19 de diciembre. En total hay cuatro. Las de 2016 se calcularán de la siguiente forma. La primera o de primavera coincide con el miércoles, viernes y sábado de la segunda semana de Cuaresma, que son los 40 días que van desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Ramos. Por lo que será el 17, 19 y 20 de febrero. El calendario litúrgico de la Iglesia católica solía recoger las témporas. Las de verano o segundas vuelven a producirse los mismos días de la semana después de Pentecostés, que es el 16 de mayo. Es decir, entonces caerá en 18, 20 y 21 de mayo. Los dos primeras témporas son las más seguidas popularmente porque hay un mayor interés por conocer el tiempo que hará en primavera y verano. De ahí, que se preste más atención a esos días.

Las de otoño o terceras coinciden con el miércoles, viernes y sábado siguientes al 14 de septiembre, que es el día de la Exaltación de la Santa Cruz. Si este día cae en miércoles, entonces la témpora serán la semana siguiente. Si este año han sido los días 16, 18 y 19 de septiembre, el que viene caerán en 21, 23 y 24.

Las últimas, que predecirán el tiempo del invierno son el miércoles, jueves y viernes después de Santa Lucía, el 13 de diciembre. Lo mismo que en caso anterior, si cayera en miércoles, se retrasa una semana. Así que en 2016, coincidirá con el 14, 16 y 17 de diciembre.

El método de predicción con las témporas más habitual se basa en la observación independiente de cada día (miércoles, viernes y sábado). Según este sistema, cada una de estas jornadas marcará la meteorología de los tres meses siguientes de la estación. Por ejemplo, si como ha ocurrido con estas témporas de otoño, el miércoles llueve y el viernes es soleado con alternancias de nubes, el primer mes de la estación (octubre) será, en términos generales, húmedo, como lo fue el miércoles de la témpora. El segundo mes (noviembre) y el tercero, diciembre, vendrán mejor, como ocurrió con el viernes y el sábado.

El otro sistema de predicción depende del efecto que el viento predominante tenga en cada zona. Ése será el tiempo que haga durante la estación, de manera general.

Es en el norte de España donde estos métodos son más populares. Las témporas, en la Iglesia Católica, son los ciclos litúrgicos que se correspondían con el final e inicio de las cuatro estaciones del año. Estaban especialmente consagrados a la plegaria y a la penitencia. En decir, era un tiempo de ayuno dedicado a dar gracias a Dios por los frutos recogidos y pedirle su bendición sobre las siembras para que dieran cosechas abundantes.

Parece ser que, como en muchas otras ocasiones, se le otorgó un carácter religioso para reemplazar a los festejos paganos vinculados a las cosechas. Al igual que estas fiestas agrícolas, inicialmente las témporas no coincidían con una semana determinada dentro del ciclo litúrgico. Estaban vinculadas al curso de las cosechas y de las siembras, que variaba en cada región.

Pero además de las témporas, Undagoitia tiene en cuenta las fases lunares, que además de ser claves para fijar el calendario de las tareas agrícolas, sirven para predecir el tiempo. Por lo que aconseja estar atentos al próximo lunes, que es cuando la Luna entra en cuarto creciente. "Si hace bueno, tenemos suerte al igual que con las témporas" porque marcará lo que haga en adelante. La Agencia Estatal de Meteorología adelanta que será un día en el que predominen las nubes y los claros.

La piloñesa ha heredado esta sabiduría popular de su madre. Recuerda que decía que si en la témpora de otoño "llueve, ya está el invierno en casa". Pero parece que este año no será así. En Infiesto, sus vecinos conocen que ella domina como nadie este sistema, así que suelen acudir a ella para conocer el tiempo que hará.

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