"Fue mucho más duro de lo que pensaba. Pasé momentos muy malos subiendo de noche con frío el largo Connio y se me hizo interminable la Cobertoria". Estas palabras las pronunció el cicloturista sierense Tante Argüelles tras llegar al alto del Naranco en la noche del sábado, tras haber cubierto 653 kilómetros en una peculiar Vuelta a Asturias en bicicleta en 39 horas. El ultramaratoniano arrancó en la madrugada del viernes y llegó a la cumbre ovetense a las 20.40 horas del sábado, con sólo una parada de casi cuatro horas para dormir algo en Belmonte. En ese concejo, los amigos que le siguieron desde el coche mecánico y de asistencia de Garaje Paco (algunos también lo hicieron en bicicleta en algunos tramos) le prepararon una furgoneta donde le pusieron un colchón para intentar recuperar un poco de aliento de 2 a 5.30 de la madrugada.
El resto, desde que arrancó en El Berrón, fue todo un sube y baja en bici hasta la meta en el Naranco. Durante el recorrido tuvo que pasar puertos como la Miranda, el Praviano, la Garganta, el Acebo, el Connio, San Lorenzo, la Cobertoria, la Colladona, Faya de los Lobos, La Encrucijada y La Campa, antes de la cima ovetense. Eso sin contar las otras muchas subidas menores.
Tante Argüelles, hostelero en Fuerteventura y que afrontó este reto gracias al patrocinio del Gobierno de la isla canaria, reconoce que "como chófer del coche de LA NUEVA ESPAÑA en la Vuelta a Asturias había pasado mucho por estos puertos, pero los del Occidente no me parecían tan duros y prolongados". "Y más de noche cerrada, cuando había que tener cuidado también en la bajada. En la Cobertoria, me desmoralizaba al mirar hacia la cumbre que estaba tan lejos. Menos mal que tuve muchos amigos animándome durante el camino y también arropándome por momentos en bicicleta", relata. Entre ellos, estuvieron los exprofesionales Santi Pérez, Alperi y Santamarta, junto a Walker, Raúl, Sixto, Capi, Fufi, Antuña, Lillo, Cuétara, Guestia, Mesneiro, Segovia, Lorena, Borja, Pravia, José Luis, Aurelio, Kike, David, los hermanos Vicente y el periodista Marco Rodríguez.
En principio, Argüelles también tenía previsto pasar por el Oriente, pero tuvo un desfase en la medición de los kilómetros -hubiera llegado a los 1.000-, que eran excesivos. Además, no llegaba el permiso de circulación dado por la Guardia Civil a las 21 horas de transitar protegido por un coche de equipo. Finalmente, terminó veinte minutos antes del tiempo límite en el Naranco, pero después de superar 10.000 metros de desnivel, que es el doble de la etapa reina de la pasada Vuelta a España de profesionales, que partió en Luarca y acabó en la ermita de Alba.
Toda una gesta del cicloturista de El Berrón, de 43 años, que estaba muy cansado tras los 653 kilómetros de recorrido, pero feliz por su récord. "Al menos me quedo con haber realizado esta Vuelta a Asturias a base de mucha preparación y sacrificio. Y también al gran apoyo de mis amigos", explicaba nada más bajarse del sillín tras una proeza que le ha llevado a lo más alto de la región por día y medio.
